Un experto advierte sobre la escalada de ataques en Ucrania: "Esto cruzaría la línea roja"
"Apuntar al desfile sería demasiado".

Ucrania ha estado atacando a Rusia con fuerza en los últimos días, unas andanadas que se producen antes de las celebraciones del Día de la Victoria en Moscú, el 9 de mayo. En esa jornada, este viernes, tendrá lugar el tradicional desfile, que este año conmemora el 80º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial en Europa. Tradicionalmente ha sido un momento para mostrar el poder y la fuerza de Rusia. También este año.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha declarado que la seguridad de los líderes que participan en las celebraciones, de Venezuela a Brasil, pasando por China, es un asunto que compete a Rusia, así que no puede asumir la responsabilidad por esto, en un contexto de supuesta tregua de tres días aprobada por Vladimir Putin para tener la fiesta en paz. Lo que pasa es que las sospechas de Kiev de que ese armisticio unilateral se iba a romper se han cumplido.
Rusia afirmó el lunes que había repelido también un ataque ucraniano en la región de Kursk. El martes, el Ministerio de Defensa ruso declaró que las defensas aéreas destruyeron un total de 105 drones ucranianos durante la noche, algunos de los cuales se dirigían a Moscú. Un no parar, cuando las negociaciones auspiciadas por Estados Unidos no avanzan y pende el riesgo de que Washington deje de mediar.
Arkady Moshes, investigador del Instituto de Política Exterior de Finlandia, explica al diario local Ilta-Sanomat que los ataques de Ucrania son una acción lógica en una guerra en la que el ocupado interpreta hoy el papel de perdedor. "Cuando eres el desvalido, quieres golpear donde más duele", dice Moshes. "Ucrania quiere demostrar a Rusia que ella también tiene que sufrir", añade.
Según Moshes, Ucrania atacó Moscú debido al valor simbólico de la ciudad. "El ataque demuestra que los rusos son incapaces de proteger su propio espacio aéreo, incluso en la zona de la capital", ahonda.
Los ataques a Kursk, por otra parte, ponen en duda las afirmaciones de larga data de Rusia de que la región está bajo control ruso. "Ahora vemos que Rusia está teniendo que evacuar pueblos y pequeñas ciudades que están cerca de la frontera".
Moshes ve los ataques en Ucrania como parte de una escalada de la guerra. Considera que sería muy imprudente que Ucrania atacara las celebraciones del Día de la Victoria en Moscú. "Apuntar al desfile sería demasiado", zanja. Según el experto, esto cruzaría la línea roja de Rusia y las consecuencias podrían ser nefastas.
La primera de las razones es que en el desfile participan invitados internacionales. La segunda razón es el líder ruso, Putin. Moshes dice que es imposible predecir las reacciones psicológicas de Putin. "Este 80º aniversario es importante para Rusia y para Putin personalmente. Si Ucrania atacara el desfile, creo que se eliminarían todas las restricciones", dice. "Eso no sólo significaría un contraataque masivo, sino que no descartaría la posibilidad de que Putin decidiera utilizar un arma nuclear". Además, un ataque al desfile cambiaría ligeramente la postura de los rusos hostiles hacia Ucrania.
Moshes explica que el Día de la Victoria es realmente importante para los rusos: en ese día pueden estar verdaderamente orgullosos de su país y recordar a las víctimas. "No sé si hay otro país donde el sentimiento de victoria en la Segunda Guerra Mundial sea todavía tan fuerte como en Rusia. Y no es resultado de la propaganda", insiste el analista.
Moshes cree que Ucrania debería entender que atacar el desfile del Día de la Victoria les costaría caro, ya que la respuesta de Rusia sería masiva.