Pensaron que habían comprado la casa de sus sueños hasta que una foto aérea de su propiedad revela la amenaza
La legislación les obliga a tener que hacer frente a unos millonarios daños económicos.

Historia con final probablemente infeliz en Dinamarca. La pareja formada por Dorthe y Henrik Wulff había trabajado durante muchos años para cumplir su sueño de comprar una casa en la que envejecer juntos.
“Tan pronto como empezamos a recorrer la carretera, ya casi teníamos la decisión tomada”, asegura Henrik Wulff recordando el momento en el que vieron su vivienda por primera vez, a lo que su esposa confirma que “sí, todo parecía tan idílico”.
Sin embargo, toda esa buena impresión inicial ha tornado en lo contrario, en una auténtica pesadilla para ellos. No podían imaginarse lo que se escondía bajo los cimientos de su nuevo hogar: tierra contaminada.
Todo comenzó apenas unas semanas después de la compra del inmueble. El jardinero que la pareja había contratado les alertó de que bajo la capa superficial del suelo habían aparecido varios trozos grandes de asfalto y escombros, algo muy extraño.
Tal y como recoge el canal de televisión danés TV 2 Nyheder, los propietarios de la vivienda se pusieron en contacto con el vendedor, quien negó saber algo sobre esos escombros que habían encontrado bajo la casa.
Pese a esa respuesta negativa, la realidad, como cuenta Dorthe Wulff, es que “de la tierra seguían apareciendo cosas nuevas: tuberías de alcantarillado, cables, alambres y trozos de metal”.
Ante esa situación, la mujer acudió al sitio web dingeo.dk, en el que se pueden revisar fotografías aéreas de parcelas de Dinamarca a lo largo de las décadas. Y en la imagen de su parcela en el año 2020 había una desagradable sorpresa: enormes montones de tierra en el campo.
Tras una investigación profesional en la que se tomaron muestras de suelo y se analizaron fotografías satelitales, el resultado fue que en el campo se han vertido 23.000 toneladas de tierra. Lo peor es que no se trata solo de residuos de construcción. Algunas de las muestras también contenían aceite de tung y metales pesados cancerígenos como plomo y cadmio.
Obligados a hacer frente a los millonarios daños económicos
Sin embargo, todo siempre puede ir a peor. Tras conocer qué es lo que había debajo de su casa, la pareja decidió informar al municipio de Køge (en el que se encuentra la vivienda) sobre el asunto.
Para sorpresa de ambos, el municipio les ha respondido, a través de una carta, explicándoles que, según la ley, es quien contamina quien debe pagar la limpieza. Pero el problema es que en este caso no hay nadie que se pueda hacer cargo.
La empresa que contaminó el territorio se ha declarado en quiebra, por lo que no puede ser denunciada ante la policía. En consecuencia, según la legislación danesa, es el propietario del inmueble el que está obligado a hacer frente a los gastos, que ascienden, según la estimación del perito tasador, a 22 millones de coronas danesas (2,95 millones de euros, al cambio actual).