Lleva su coche que ha recorrido 'nueve veces el mundo' a reparar, se lo destrozan y la ley se pone dura con la sentencia
Comenzó a sospechar que algo iba mal en la ITV cuando empezó a escuchar los ruidos metálicos y secos.
En esta historia, podría decirse que más que pasar una ITV, el propietario del vehículo ha sufrido una ITV. No, no es otro de esos casos de un conductor desaprensivo que quiere pasarse de listo en la inspección técnica. En este caso, el conflicto ha venido por el método para comprobar una de las condiciones del coche en cuestión, un viejo Toyota del 2002.
Se trata de los hechos recogidos por el medio finlandés Ilta Sanomat, y que le ocurrieron a Lotta en 2023, el propietario del vehículo que llegó a la inspección con 376.000 kilómetros en el contador del salpicadero. Lo que equivale a dar la vuelta al mundo unas 9 veces.
Toda iba bien aquel día, había dejado el coche en la revisión y se encontraba tomando un café en otra estancia. Hasta que comenzó a escuchar los golpes secos que sonaban... como a su carrocería siendo destrozada. Efectivamente, en cuanto regresó, vio que el operario había manipulado la chapa con una palanca, en la parte del faldón. Y llegó la discusión y una reclamación por daños de 2.870 euros.
El responsable de la ITV lo dejó claro: no hay indemnización
Cabe destacar que a pesar de las quejas de Lotta, el responsable de dicha ITV esgrime que el vehículo fue sometido a dicha inspección periódica de acuerdo con las normas de Traficom y que se aplicaron las instrucciones de Traficom para inspeccionar los daños por óxido. También que el propietario del vehículo había sido invitado a observar la sesión de inspección de acuerdo con el proceso de atención al cliente.
¿Cómo se resolvió este conflicto? En líneas generales, el propietario del coche no tenía razón. Se acabó determinando que debido al daño por óxido, Toyota dio orden de cancelar la inspección para reparar el automóvil en el plazo de un mes. La 'prueba' con la palanca para neumáticos reveló que la corrosión había afectado a la integridad de esa parte del faldón y este debe repararse con material similar al original.
El Toyota fue reparado y posteriormente superó la ITV. Pero aquel desenlace no satisfizo al propietario, que reclamó ante la Junta de Disputas del Consumidor. Este organismo tampoco le dio la razón, al resolver que el zócalo de un automóvil no debe doblarse cuando se presiona con una palanca de cambios. Por tanto, si cede, la carcasa ya no es tan resistente como lo era originalmente.
¡Mantente al día con El HuffPost! Sigue todas las noticias desde tu móvil en nuestra APP. Puedes descargarla tanto para Android como iOS.