Una mujer que trabajaba como administradora de una empresa ha sido condenada a dos años de prisión y a pagar cinco indemnizaciones después de acceder sin permiso a un grupo de WhatsApp de sus empleadas, de la que no formaba parte ella ni ningún otro directivo. 

Además, la acusada no solo registró los mensajes, sino que también los copió y se los envió a un correo electrónico para utilizar la información más tarde. Por ello, la Audiencia Provincial de La Coruña la ha condenado a dos años de prisión y a pagar una indemnización de 2.000 euros a las cinco trabajadoras afectadas por el daño moral causado, con responsabilidad subsidiaria de la empresa. 

De este modo, la mujer finalmente ha sido condenada, tras incurrir en un delito de descubrimiento y revelación de secretos del artículo 197.3.1º del Código Penal en relación con el 197.1. 

Este recoge que "el que, para descubrir los secretos o vulnerar la intimidad de otro, sin consentimiento se apodere de sus papeles, cartas, mensajes de correo electrónico o cualesquiera otros documentos o efectos personales, intercepte sus telecomunicaciones o utilice artificios técnicos de escucha, transmisión, grabación o reproducción del sonido o de la imagen, o de cualquier otra señal de comunicación, será castigado con las penas de prisión de uno a cuatro años y multa de doce a veinticuatro meses".

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