Un hombre desarrolla misteriosos nódulos amarillos tras seguir una dieta extrema durante meses
El paciente se alimentó básicamente de carne, proteínas y grasas.

El curioso caso de un hombre, de 40 años y residente en Estados Unidos, al que le salieron protuberancias amarillentas en sus manos, pies y codos después de adoptar una dieta basada principalmente en carne, rica en proteínas y en grasas durante ocho meses ha llamado tanto la atención de los especialistas que ha sido recientemente publicado en la revista científica JAMA Cardiology.
Esta alimentación le provocó la aparición de grandes nódulos amarillos en las palmas de las manos, las plantas de los pies, las rodillas y los codos. Esta reacción es poco común y se conoce como xantelasma (o xantoma). No se considera dañina en sí misma, pero sirve como advertencia del alto riesgo de enfermedades cardiovasculares. Según la investigación publicada, el hombre comía casi exclusivamente huevos y carne roja o blanca y comía diariamente de 3 a 4 kilos de queso, mantequilla y grasa extra en sus hamburguesas.
Las pruebas médicas realizadas indicaron una concentración muy alta de colesterol en la sangre del hombre: más de 1.000 mg/dL. Este valor es casi cuatro veces superior a los niveles considerados ideales para la edad, que son de 210 a 300 mg/dL.
El tratamiento del xantelasma consiste en reducir los niveles de colesterol en sangre, reducir la ingesta de grasas y, si es necesario, utilizar medicamentos para reducir los niveles de colesterol. Además, es importante practicar ejercicios físicos regularmente.
Pero la cuestión es que en este acusado caso, eso no fue suficiente. Los médicos sugirieron una escisión quirúrgica o congelación con nitrógeno líquido para eliminar los nódulos amarillos. Por lo general, el xantelasma afecta aproximadamente al 1% de las personas en todo el mundo y, aunque no es peligrosa en sí misma, como decíamos antes, puede indicar un alto riesgo de desarrollar enfermedades más graves en el futuro.
Un ejemplo sería el riesgo a las enfermedades cardiovasculares, ya que los niveles altos de colesterol en la sangre pueden obstruir los vasos sanguíneos que irrigan los órganos vitales del cuerpo, provocando un derrame cerebral o un ataque cardíaco. Este mal también puede desarrollarse debido a condiciones genéticas hereditarias, diabetes o una tiroides hipoactiva.