El Benidorm Fest, a examen: ¿es el festival que quieres, el que tú quieres?
El programa ha conseguido dignos datos de audiencia y ha lanzado al mercado varios hits, pero sólo Chanel ha conseguido triunfar en el certamen europeo a la espera de Melody.

En el verano de 2021, después de la enésima debacle española en Eurovisión con Blas Cantó, RTVE presentó un nuevo formato de preselección para elegir a nuestros próximos representantes en el certamen europeo. El proyecto era ambicioso: recuperar el mítico festival de Benidorm y, gracias a la inyección económica de la Generalitat Valenciana y del ayuntamiento de la localidad, convertir dicho concurso en un escaparate atractivo para los artistas y aglutinar el mayor talento posible de cara a armar una candidatura ganadora.
La primera edición, contra todo pronóstico, fue un éxito. La corporación pública logró reunir a interesantes nombres de la escena indie (Rigoberta Bandini, Rayden o Varry Brava) junto a un fenómeno regional e identitario como el de Tanxugueiras. La victoria, sin embargo, fue para una cantante que actuaba por primera vez en televisión: Chanel. Lo hizo pese al exiguo apoyo del público: sólo un 3% de los votos. Una circunstancia inesperada que desató críticas y peticiones de boicot al concurso que acababa de nacer.

El tiempo puso las cosas en su sitio y Chanel volvió de Turín con un histórico tercer puesto, el mejor resultado cosechado por España en los últimos treinta años de Eurovisión. La audiencia tanto de ese primer Benidorm Fest como de Eurovisión fue masiva.
De esta manera, el nuevo formato había conseguido casi todos sus objetivos en su primera edición. Respaldo del público, éxito comercial con algunas de las canciones participantes y rozar el triunfo en Eurovisión. Sin embargo, el impacto del chanelazo no fue el esperado para el Benidorm Fest y el plantel del segundo año estuvo trufados de nombres de exconcursantes de talent shows y alguna tiktoker. Los artistas consagrados siguieron sin sentirse atraídos por este festival y se mantuvieron alejados de los focos eurovisivos.

La audiencia ese año también bajó y Blanca Paloma, nuestra nueva representante, decepcionó con un puesto 17 en Liverpool (Reino Unido), después de que las apuestas vaticinaran un top5. La actuación fue impecable, con una puesta en escena trufada de talento y arte, pero Europa sólo la recompensó con cinco puntos. Al menos, la Nochentera de Vicco se convirtió en un hit arrollador y sostuvo la premisa de que un artista podía triunfar en la música si se atrevía a presentarse el Benidorm Fest.
De ahí que, quizá, cantantes con recorrido como Lérica, Almácor, Marlena, Miss Caffeina o María Peláe formaran parte del cartel del tercer año. Pero la victoria fue para la polémica Zorra de Nebulossa, que funcionó comercialmente bien y se hizo viral, pero devolvió a España a los últimos puestos en Eurovisión.

La cuarta y última edición del Benidorm Fest celebrada hasta la fecha volvió a sufrir las ausencias de primeros espadas de la música. La práctica mayoría de participantes eran desconocidos para la audiencia y ninguna de las canciones parecía aspirar a ser un hit. En este contexto, la archifamosa Melody no tuvo problemas en aglutinar el 40% del apoyo del televoto para ganar con Esa diva, una propuesta vintage en todas sus formas que este sábado se juega enderezar el maltrecho camino de España en Eurovisión.
El Benidorm Fest, mientras, está en una encrucijada. El formato funciona y tiene gran repercusión, pero sigue sin ser "el festival de la música española" que muchos soñaban y tampoco ha conseguido devolver a España a una etapa gloriosa en Eurovisión.
De cara a su próxima edición, el presidente de RTVE, José Pablo López, anunció hace unas semanas en el Congreso importantes cambios para reforzar el concurso. Por un lado, un nuevo comité para la selección de canciones. Por otro, el fichaje de un director artístico para coordinar las actuaciones y cambios en las bases del concurso para que a los candidatos les resulte atractivo participar. Reformas de calado que evidencian la inquietud dentro del ente público por el devenir del formato.
Pero, ¿está el Benidorm Fest en peligro? ¿Ha conseguido sus objetivos? Los expertos en Eurovisión consultados por El HuffPost ven conveniente que RTVE mueva ficha para que el formato no encalle. "Cuando se presentó el proyecto, la ambición era convertirlo en el festival de la música española. Pero ha acabado siendo una preselección premium. Eso, de por sí, no es una mala noticia, pero está lejos de esa aspiración primigenia que era recuperar el festival de Benidorm", asegura Rocío Muñoz, de la web especializada Eurovision-Spain.com. En su opinión, es necesario introducir cambios para acercar el festival "a la realidad de la industria musical". "Hay que conseguir que los artistas quieran ir porque les aporte prestigio y les sirva para vender su música. Y para eso tiene que desvincularse un poco de Eurovisión", añade.
Cristhian Solano, coordinador de ESCplus, agradece que el Benidorm Fest haya conseguido "romper" la imagen "casposa" que había sobre el concepto de preselección eurovisiva en España, pero cree que el formato necesita "más tiempo" para consolidarse. "Si el Benidorm Fest quiere convertirse en un verdadero motor de la industria española, debe aprender a introducir todo tipo de estilos por los que se mueve el consumo musical en España. Solo así serán capaz de atraer artistas que consigan motorizar y movilizar el poder de la industria en torno al festival. Y por supuesto esto también auparía la audiencia del mismo en televisión y plataformas", asegura.
Ambos creen que cambiar el comité de selección de canciones y 'fichar' a un director artístico, como ya adelantó el presidente de RTVE, es un buen punto de arranque para esa transformación. "El comité actual no funciona y no creo que sea cosa de mover una pieza o dos. Hace falta que entre gente con otra idea de lo que puede llegar a ser este festival, con otros contactos y otro bagaje", asegura Muñoz. "La existencia de una figura (artística) que asesore a los candidatos siempre enriquecerá el dinamismo del programa y hará que las propuestas brillen más", asegura Solano.
Y es que, tal y como subraya Juanma Fernández, una puesta en escena puede costar entre 3.000 y 30.000 euros, un importante desembolso que no todos los aspirantes pueden permitirse. "No puede ser que haya actuaciones que parezcan de gala 0 de Operación Triunfo. Es imprescindible que haya buenas escenografías", señala este experto.
En todo caso, según Fernández, conseguir que artistas consagrados se presenten al Benidorm Fest no dependerá de un sostenido éxito de España en Eurovisión. "Chanel quedó tercera y al siguiente año no fueron los participantes que esperábamos. No depende tanto de quedar bien, sino de que consigamos que la música vuelva a triunfar en televisión. Cosa que, a día de hoy, veo bastante difícil", asegura.
Muñoz tampoco cree que las estrellas de la música española vean atractivo el Benidorm Fest a corto plazo. "Dicen que los artistas no se presentan por el hate del fandom, que algo hay de eso, pero el verdadero motivo es que a ningún artista con trayectoria le compensa parar su carrera en el momento más dulce para trabajar durante tres meses en una actuación de un programa de televisión. Y luego igual gana y tiene que prepararse otros tres meses para Eurovisión. Y todo esto sin ganar dinero", asegura la experta. De igual modo, Muñoz critica que las actuales bases del concurso obliguen a los artistas a estar disponibles para RTVE durante un año "para ir a la cabalgata de reyes, al orgullo o a la presentación de una temporada". "Un cantante que está en un momento álgido no puede estar moviendo su agenda para acudir a esas llamadas", subraya.
En lo que respecta al éxito en Eurovisión, los expertos coinciden en concentrarse más en la calidad de las propuestas que en los 'trucos' efectistas para deslumbrar a Europa. "Hace falta pensar menos en Eurovisión y más en Benidorm Fest como festival. O lo que es lo mismo, no debemos estudiar tanto qué es lo que espera Europa de nosotros, sino qué tenemos y con qué podemos jugar", señala Miguel Heras, de Euromovidas.
"Lo más importante es que haya una representación fiel de aquellos estilos musicales que se consumen en España. En España tenemos mucho talento y mucha música de raíz", subraya por su parte Solano.
Sobre el futuro del Benidorm Fest, Juanma Fernández es tajante. "Está en un punto de inflexión en el que vamos a ver hacia dónde va. Hacia un festival como el que nos vendieron o hacia una preselección al uso. Todo va a depender de los cambios que se realicen y cómo sea percibido el festival por parte de la industria musical", sentencia.