Por favor, habilita JavaScript para ver los comentarios de Disqus.
Un voluntario polaco en el ejército ucraniano logra leer el manual de guerra ruso y lanza un aviso a Europa

Un voluntario polaco en el ejército ucraniano logra leer el manual de guerra ruso y lanza un aviso a Europa

Las tropas rusas han dejado atrás sus tácticas rígidas y ahora confían en la iniciativa de sus mandos sobre el terreno, una transformación que inquieta al frente aliado.

El jefe militar ruso Gerasimov inspecciona fuerzas en medio del conflicto con Ucrania.Russian Defence Ministry

El especialista en drones de combate Piotr Mitkiewicz combate en el frente del este de Ucrania desde los primeros meses de la invasión rusa. Con formación militar y experiencia en tácticas de asalto, este voluntario polaco forma parte de una unidad de élite del ejército ucraniano. Desde su posición en el sur de Kupiansk, donde se encuentra destinado, ha lanzado una advertencia seria: Rusia ha cambiado. Y no para bien.

Mitkiewicz ha leído un manual militar ruso destinado a comandantes de compañías de asalto. El documento, en sus palabras, es una muestra clara de que el ejército ruso ha aprendido de sus errores iniciales. “Ya no dependen solo de las órdenes de los generales que están en la retaguardia. Ahora dan margen de decisión a los mandos en el terreno. Eso les hace más peligrosos”, asegura en una entrevista publicado por el polaco Onet.

Este veterano soldado no habla desde la teoría. Forma parte de un batallón de reconocimiento muy avanzado, con un alto nivel de preparación. “Primera vez en toda la guerra que siento que el sistema cuida de mi vida. Hay protocolos, buena comunicación y conciencia situacional”, dice. Pero admite que no todos los sectores del frente cuentan con ese nivel de preparación.

Descentralización, drones y guerra electrónica

La frase que resume el espíritu del manual ruso le resulta especialmente inquietante: “Cada unidad, bajo el mando de un líder sensato, motivador y firme, puede adaptarse mejor al campo de batalla y ganar ventaja sobre el enemigo”. Mitkiewicz ve ahí un mensaje claro: Rusia ha adoptado modelos tácticos más ágiles, similares a los que antes daban ventaja a las tropas ucranianas.

Pero el cambio no se limita al mando. El documento también subraya el uso constante de la guerra electrónica. “Rusia entiende que controlar un área incluye dominarla electrónicamente. Si bloquean señales GPS, GSM o de radio, los drones enemigos dejan de ser útiles. Y hoy los drones causan el 70% de las bajas en el frente”, explica Mitkiewicz.

El manual también detalla la integración sistemática de operadores de drones en cada unidad rusa. Según los datos que maneja, por cada 150 soldados rusos, hay 12 especialistas en drones. Una proporción que multiplica por mucho la capacidad de ataque y reconocimiento sobre el terreno. “La artillería ha perdido protagonismo. Muchos cañones ya no son precisos. En cambio, los drones FPV pueden golpear con una efectividad brutal”.

La dependencia de Starlink: un punto crítico

En el tramo del frente que cubre su unidad, la actividad se ha reducido por el deshielo y el barro. “Se han suspendido misiones porque los vehículos no pueden moverse. No hay muchas carreteras asfaltadas. Un tanque pasando cien veces por el mismo camino de tierra lo convierte en un lodazal intransitable”, señala.

Pero advierte que es solo una pausa. “Cuando se seque el barro, todo cambiará. Y si no llega ayuda occidental suficiente, los problemas empezarán en agosto. Es el mes ideal para lanzar una ofensiva: clima seco y poco margen para una contraofensiva antes del otoño”.

La conexión a los sistemas de comunicación por satélite, como Starlink, sigue siendo esencial para las fuerzas ucranianas. Mitkiewicz admite que su unidad cuenta con sistemas alternativos, pero no pueden transmitir vídeo en tiempo real. “Sin imagen en directo, la artillería tarda siete minutos en golpear un objetivo. Con Starlink, solo tres. En un frente en movimiento, eso es una eternidad”.

Además, alerta de que los drones de largo alcance pierden efectividad sin datos de inteligencia actualizados. “Muchos dependen de satélites para encontrar objetivos y ajustar su vuelo. Si se cortan esos datos, la guerra electrónica rusa gana aún más peso”.

Un aviso para Europa: “Ellos ya están en 2025”

Los llamados mięsne szturmy, o “asaltos de carne”, siguen siendo una realidad. Rusia lanza oleadas de reclutas con poca o nula experiencia para “ablandar” las posiciones enemigas. La primera línea rara vez sobrevive. Pero Mitkiewicz señala que ahora esos ataques siguen una lógica mucho más elaborada.

“Se planifican durante 24 horas, se lanzan al amanecer y cada grupo cumple una función: avance, suministro, evacuación de heridos… Al final llega una unidad profesional que trata de consolidar la posición. Es salvaje, pero efectivo”, explica.

Él ha visto cómo un asalto ruso fue destruido antes de llegar a su posición, a 500 metros de distancia, gracias a los drones FPV y la artillería. “Pero eso no siempre ocurre. En otras zonas, el enemigo consigue avanzar. No porque tenga mejor moral, sino porque puede obligar a sus hombres a lanzarse a un ataque suicida. Nosotros no”, añade.

Mitkiewicz no esconde su inquietud por el futuro. Considera que las fuerzas europeas no están preparadas para este nuevo tipo de guerra. “El ejército polaco, por ejemplo, no está a la altura de lo que exige ese manual ruso. Ellos ya están en 2025, mientras nosotros seguimos en el pasado”, afirma.

Su análisis no se basa en suposiciones, sino en la experiencia directa, en el frente, con el manual enemigo en la mano. Por eso lanza su advertencia sin rodeos: si Europa no reacciona a tiempo, la próxima ofensiva rusa no solo pondrá a prueba a Ucrania, sino al sistema de defensa del continente entero.

OSZAR »