Donald Trump ha puesto sobre la mesa una nueva cifra a la guerra arancelaria contra China. El presidente de EEUU considera "adecuado" un gravamen del 80% a Pekín.

Esta cifra, que se debatirá el fin de semana en una reunión entre altos funcionarios de Washington y Pekín en territorio suizo supondría un arancel muy alto pero significativamente más bajo que el 145% que llegó a prometer semanas atrás. 

Lo hizo hace un mes, en plena escalada de la tensión comercial con el gigante asiático, que terminó por dejar de responder a sus aumentos de porcentajes por considerarlos "inviables" para el comercio internacional. 

No obstante, el propio Trump deja la decisión en manos de su secretario del Tesoro, como ha indicado en su perfil de Truth Social. "Depende de Scott B.", escribía en referencia a Scott Bessent.

Este arancel del 80% representaría una drástica reducción a casi la mitad con respecto al último tipo impuesto y que actualmente pesa sobre muchos productos chinos. No obstante, seguiría siendo un porcentaje muy gravoso para con las exportaciones chinas, dificultando enormemente el comercio entre ambos países.

La cifra, a la que Pekín aún no ha respondido, contrasta con el reciente acuerdo sellado entre Trump y el primer ministro británico, Keir Starmer, para cerrar un arancel de 'sólo' el 10% en los tratos comerciales entre Washington y Londres. Es el primero de los acuerdos finales sellados por la Administración Trump desde que lanzó su guerra arancelaria contra todo el mundo a comienzos de abril.