Malestar de España por el comportamiento de Francia con el nuevo caza y tanque europeo
El reparto de la carga de trabajo "está siendo muy compleja".

Desde Bruselas, la Unión Europea defiende de forma decidida las grandes alianzas en la industria defensa como la vía más rápida para impulsar nuevos desarrollos tecnológicos. Sin embargo, el mensaje no termina de calar. El mejor ejemplo: el proyecto Futuro Sistema Aéreo de Combate (FCAS) entre Alemania, Francia y España.
Según publica el medio Infodefensa, las negociaciones en el reparto de la carga de trabajo "están siendo muy complejas". En este sentido, Airbus lidera el proyecto en Alemania, Dassault en Francia e Indra en España. "La postura francesa ha generado malestar en la parte de España, tanto en el Ministerio de Defensa como en las empresas", reconocen fuentes militares en el medio.
Este enfado con las empresas francesas, se traslada a otros proyectos como el carro de combate MGCS (Main Ground Combat System), "una iniciativa limitada de momento a la industria francesa y alemana". "La industria gala, desde una posición privilegiada con grandes firmas, ha intentado tradicionalmente sacar el máximo de retornos industriales y llevar la voz cantante en los principales desarrollos", reza la publicación.
Para el medio, lo "paradógico" es que "estas empresas galas siguen manteniendo esta postura en un momento en el que los países europeos parecen estar de acuerdo, por primera vez, en la necesidad de invertir en proyectos conjuntos y construir un frente común para desarrollar tecnología que permita alcanzar la soberanía".
Desde el lanzamiento del FCA en 2020, Francia ha mostrado en más de una ocasión sus discrepancias. Todo el proyecto está coordinado por la Dirección General de Armamento (DGA) desde París.
En el marco de la producción del carro de combate europeo MGCS, formado por las empresas KNDS (Alemania), Rheinmetall (Alemania) y Thales (Francia), España ha pedido entrar, pero no se le ha permitido de momento. La secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, trasladó al Ministerio de Defensa francés la petición, de la que aún no ha recibido respuesta.
"El tira y afloja en las negociaciones industriales no es tanto con las autoridades francesas sino más bien con la industria local", aseguran fuentes para el medio especializado. "En el caso del FCAS, matizan, que por su parte industrial, la relación con Alemania es más estrecha y avanza la colaboración".
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