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La muerte y el negocio: Israel evita a la ONU para entregar la ayuda a Gaza y se la da a empresas privadas de EEUU

La muerte y el negocio: Israel evita a la ONU para entregar la ayuda a Gaza y se la da a empresas privadas de EEUU

Naciones Unidas y otras agencias y ONG han dicho que no cooperarán con el plan estadounidense-israelí, argumentando que contradice principios humanitarios fundamentales y parece "utilizar la ayuda como arma".

Trabajadores palestinos empacan pan en una panadería reabierta tras la llegada de harina a Gaza, en Deir Al-Balah, el 22 de mayo de 2025.Ramadan Abed / Reuters

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha anunciado que compañías estadounidenses privadas comenzarán a distribuir alimentos a los palestinos e Gaza en los próximos días, en áreas aseguradas por las fuerzas israelíes. Será su salida, para eludir la entrega de alimentos, agua, medicinas o combustible por parte de los distintos organismos de Naciones Unidas y ONG locales de amplia experiencia. 

"Las empresas estadounidenses distribuirán los alimentos directamente a las familias palestinas. Lo harán en zonas seguras protegidas por nuestro ejército", dijo Netanyahu en un comunicado en video.

"Finalizaremos la construcción de las primeras zonas de distribución en los próximos días", añadió. "Finalmente, pretendemos tener amplias zonas seguras en el sur de Gaza. La población palestina se trasladará allí por su propia seguridad, mientras combatimos en otras zonas". Su plan, defiende, permitirá a Israel "completar nuestro objetivo de destruir a Hamás y al mismo tiempo permitir que la ayuda llegue a la población civil".

La ONU y otras agencias han dicho que no cooperarán con el plan estadounidense-israelí, argumentando que contradice principios humanitarios fundamentales y parece "utilizar la ayuda como arma". 

La medida se toma mientras Israel estaba intensificando drásticamente su ataque en Gaza con el lanzamiento de la Operación Carros de Gedeón, una ofensiva que incluye la toma de todo el enclave y el desplazamiento de la población hacia el sur. Los ataques israelíes en el enclave asediado han matado al menos a 53.762 personas y herido a otras 122.197 desde el 7 de octubre de 2023, según las autoridades sanitarias de Gaza.

Tras la creciente presión internacional, se permitió la entrada de unos 100 camiones de ayuda humanitaria a Gaza en los últimos días, según cifras del Ministerio de Defensa de Israel. La entrega se produjo tras un bloqueo de 11 semanas que suspendió el suministro de alimentos, medicamentos y combustible. Han sido tres días de retraso, tras la promesa de Tel Aviv de permitir el acceso, pese a la alerta de que hay 14.000 bebés a punto de morir de hambre.

La ONU indicó que los camiones sufrieron retrasos en el lado palestino del cruce debido a las medidas de seguridad impuestas por Israel.

Hay que recordar, también, que el plan tanto de EEUU como de Israel es el de expulsar a todos los palestinos de Gaza y convertir la zona costera en un resort privado en un enclave privilegiado del Mediterráneo, un movimiento de población que Naciones Unidas entiende que sería compatible con un crimen de guerra por limpieza étnica. 

Al borde del colapso

La Organización Mundial de la Salud ha alertado esta noche de que el sistema sanitario de Gaza está "al borde del colapso" por la intensificación de esos ataques, en medio de la escasez total Según las cifras proporcionadas por el organismo internacional, al menos el 94 por ciento de todos los hospitales de la Franja están dañados o destruidos. De hecho, de los 36 hospitales, sólo 19 siguen funcionando, aunque sólo parcialmente. Además, cuatro hospitales importantes han cerrado en la última semana por ataques en sus inmediaciones u órdenes de evacuación.

El norte del enclave "ha sido desprovisto de prácticamente toda la atención médica", mientras que "los pocos hospitales que queda en el sur están desbordados y corren un riesgo inminente de cerrar", ha avisado, antes de recordar que los centros sanitarios "nunca deben ser militarizados" y "no son un objetivo".

Actualmente, quedan 2.000 camas de hospital disponibles para una población de más de 2 millones de personas, "una cantidad extremadamente insuficiente para satisfacer las necesidades actuales". "De estas, 40 camas corren el riesgo de perderse, ya que se encuentran en hospitales dentro de las zonas de evacuación, mientras que otras 850 podrían perderse si las condiciones se deterioran en las instalaciones cercanas a estas zonas", ha informado.

En este sentido, ha subrayado que, "con cada hospital que se ve obligado a cerrar, los pacientes pierden el acceso a atención médica, y os esfuerzos de la OMS y sus socios por mantener el sistema de salud de Gaza se ven frustrados". "La destrucción es sistemática. Se rehabilitan y reabastecen hospitales, solo para quedar expuestos a hostilidades o ser atacados de nuevo. Este ciclo destructivo debe terminar", ha recriminado.

Mandy Blackman, la enfermera a cargo del hospital de campaña de la organización benéfica UK-Med en la zona sur de al-Mawasi, describió la situación en Gaza como "desgarradora", con una escasez peligrosa de alimentos.

En declaraciones a la BBC, dijo que los pacientes que llegaban al hospital estaban "visiblemente más delgados" que durante sus dos estancias anteriores allí, y que el personal sólo podía ofrecerles una comida al día, que consistía en arroz con algunas legumbres. "La gente tiene que mudarse constantemente y no puede alimentar a sus hijos. Nadie sabe qué pasará al día siguiente. Hay sufrimiento y ansiedad constantes", dijo.

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