Con el inicio de la temporada alta de vacaciones en Turquía, las autoridades locales han reforzado las medidas de seguridad para quienes viajan al país, especialmente en vuelos internacionales. Desde mayo, una nueva normativa permite imponer multas a los pasajeros que se levanten de sus asientos o se desabrochen el cinturón de seguridad antes de que el avión se detenga por completo.

Aunque la temporada de vacaciones todo incluido comienza oficialmente a finales de junio, muchos turistas, incluidos numerosos españoles, ya han comenzado a llenar los resorts turcos. Sin embargo, el entusiasmo por llegar pronto al destino podría terminar en una experiencia desagradable desde el primer momento.

El medio polaco Rzeczpospolita señala que las autoridades aeroportuarias turcas están decididas a hacer cumplir las normas de aviación. Estas indican que los pasajeros deben permanecer sentados y con el cinturón abrochado hasta que el avión llegue a su posición final, los motores se apaguen y la tripulación dé la señal de desembarque. Incumplir esta regla puede conllevar una multa cuya cuantía todavía no se ha especificado.

La medida responde a una conducta común entre viajeros: el apresuramiento por levantarse del asiento tan pronto como el avión toca tierra. En muchos casos, ni siquiera las advertencias de la tripulación logran disuadir a los turistas ansiosos por recoger su equipaje y salir.

Las autoridades recuerdan que esta impaciencia puede tener consecuencias peligrosas. Aunque el tráfico en los aeropuertos está bien coordinado, pueden producirse maniobras inesperadas, frenazos o giros que pueden causar lesiones si alguien está de pie o manipulando equipaje. Además, abrir los compartimentos superiores mientras el avión aún se mueve puede provocar la caída de objetos sobre otros pasajeros.

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