La inexorable cuenta atrás de una de las mayores consecuencias del Brexit en Gibraltar va agotando su tiempo. Se trata de lo que ocurrirá a partir del 10 de noviembre en el acceso y salida del Peñón. A partir de ese día, los británicos pasan a ser "nacionales de terceros países" a ojos comunitarios, tal y como decidieron en referéndum al salir de la Unión Europea. Desde algunos medios, como Euro Weekly News, ya se habla de 'pánico por los pasaportes'.

A falta de que las negociaciones Londres-Madrid prosperen definitivamente para vislumbrar un régimen especial o un acuerdo específico para los ciudadanos británicos de Gibraltar, los gibraltareños -y los vecinos de la Línea que tengan que cruzar al otro lado de la frontera- podrían acabar estrenando el pionero EES (Sistema de Entrada y Salida).

Se trata del nuevo sistema fronterizo de la UE registrará digitalmente la entrada y salida de cada viajero no comunitario, tomando huellas dactilares, imágenes faciales y datos de viaje en cuestión de segundos. Pero no es la única medida de control que se reforzará con dicha tecnología, pues también contribuirá a calcular cuánto tiempo lleva una persona en el espacio Schengen o si se ha sobrepasado el límite de tiempo permitido.

A la espera de larguísimas esperas en la frontera

Aunque a futuro se espera que esa tecnología acelere los controles, la realidad es que se esperan largas colas para su estreno, al tener que usar miles de personas por primera vez el registro biométrico. 

A mayores, los gibraltareños también verán cómo se endurecen los requisitos para el acceso con animales, que deberán contar con la siguiente documentación y requisitos sanitarios: una vacuna antirrábica válida, un certificado veterinario oficial de Gibraltar y tratamiento antiparasitario dentro de los 5 días anteriores al regreso a casa.

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