Avisan de la llegada de la "generación muda" a las empresas españolas: tienen fobia a hablar por este aparato
Educados en la era de los mensajes y los audios, muchos jóvenes profesionales evitan el teléfono incluso en trabajos que exigen contacto directo. Las empresas ya lo ven como un reto generacional.

Una encuesta lo confirma con datos: el 81% de los jóvenes siente ansiedad antes de hacer una llamada telefónica. Y un 75% considera que recibir una llamada es una intrusión innecesaria que "consume demasiado tiempo".
La escena es habitual: el jefe pide una respuesta urgente, el joven profesional responde que "ha enviado un correo". Cuando se le sugiere llamar, duda, titubea o simplemente dice que volverá a escribir. "Para muchos, el correo o WhatsApp son zonas de confort. No tienes que improvisar, puedes borrar antes de enviar y, sobre todo, no tienes que hablar", resume Ferran Lalueza, profesor de la UOC y coautor del informe La generación muda: por qué los millennials no cogen el teléfono.
Según Lalueza, evitar la llamada es una forma de protegerse: "Ante la inseguridad en las habilidades comunicativas, se activa un mecanismo de defensa: la evitación". Algunos lo ven como un choque generacional. Pero otros, como el propio Cros, se preguntan si el problema también está en el otro lado del teléfono.
"¿Y si el cliente también es joven y tampoco quiere hablar?", lanza. Para Sílvia Miró, directora del área de trabajo de PIMEC, la respuesta está en el equilibrio: "No se trata de volver al pasado, pero tampoco podemos perder habilidades esenciales como la comunicación oral, la empatía o la persuasión. Son lo que nos diferencia de las máquinas".
En un mundo digital y automatizado, las llamadas "competencias blandas" —empatía, comunicación, gestión emocional— están más valoradas que nunca. Un estudio conjunto de PIMEC y la UOC, basado en 1,7 millones de ofertas laborales, reveló que 4 de cada 10 puestos exigen habilidades sociales, más allá de lo técnico.
En este sentido, iniciativas como la que se ha puesto en marcha en Greater Manchester, donde estudiantes de secundaria están recibiendo formación específica en estas competencias, podrían servir de ayuda, pues enseña, entre otras cosas, cómo hacer una llamada de trabajo o afrontar una entrevista sin bloquearse.