El pasado domingo, un grupo de trabajadores recibió el mismo mensaje de WhatsApp de su jefe. En él, les avisaba de que habían sido despedidos. Algo que consideraron una broma.

Pero había poca mentira en el escrito que recibieron a las 21.30 horas del domingo. Los empleados de la empresa de transporte de mercancías Trans Cévennes Express se llevaron una sorpresa de lo más desagradable.

Sin saber si era verdad, los 29 trabajadores fueron el lunes por la mañana a la empresa y se encontraron con que lo que le habían dicho no era ninguna broma. El empresario aseguró que se había visto obligado a cerrar la compañía por las importantes deudas y que les avisaría más adelante para poder pagarles los sueldos.

"Al principio pensé que era una broma. Al día siguiente, mis compañeros y yo nos dijimos que sería una primicia mundial", ha expuesto Michel Crausser, uno de los trabajadores de la compañía.

Los trabajadores no han vuelto a saber nada de él y están denunciando la situación. El alcalde de la localidad francesa de Saint-Martin-de-Valgégales, Claude Cerpedes, ha definido lo ocurrido como método "matonesco". "De la noche a la mañana, estas personas se encuentran sin nada. Será complicado para ellos porque el mercado laboral en el sector está ajustado", ha razonado.

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