El doble beneficio del árbol de la primavera: dan fruto y son un repelente natural contra las garrapatas
Y de paso hacen bonito el entorno donde se sitúen.

Un cerezo no sólo hace bonito allá por donde esté plantado y haya florecido. También da un rico fruto, muy celebrado por millones de consumidores por todo el mundo. Y, en tercer lugar, tiene una función preventiva excelente para el entorno donde esté situado.
Porque el cerezo común, también conocido como cerezo dulce, genera un repelente natural contra garrapatas y mosquitos debido a su propio olor.
Si todo esto fuera poco, los expertos reconocen que el cerezo es fácil de plantar y también de cultivar, aguantando muy bien las tareas de poda, que debe realizarse a principios de la primavera. Por ello, es una gran opción para formar parte de un jardín particular de cierto tamaño.
Los cerezos florecen a finales de abril y mayo y su floración dura varias semanas. Después del período de floración, a finales de julio, ya aparecen los frutos, que son una valiosa fuente de vitamina C, fibra y antioxidantes.
No obstante, para que este árbol crezca sano es necesario plantarlo en un lugar luminoso y resguardado del viento, con un suelo rico en fertilizantes.