La decisión de Elon Musk de despedir a 6.000 empleados hace unas semanas prácticamente ha desmantelado áreas críticas el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, en sus siglas en inglés) y ha dado un vuelco a la seguridad alimentaria y a la protección agropecuaria de Estados Unidos. 

Ahora, el país se enfrenta a la entrada masiva de especies invasoras debido a que esta institución ha perdido con esos despidos una parte muy significativa de su personal altamente capacitado, incluidos inspectores, biólogos y entrenadores de perros detectores que protegían la agricultura estadounidense de plagas y enfermedades zoonóticas, tal y como ha contado Wired en un reportaje.

El famoso nuevo Departamento de Eficiencia que lidera Musk (DOGE) ha realizado una purga sin precedentes dentro de varias agencias gubernamentales, pero la que ha realizado el líder estadounidense, en concreto, en el área de agricultura ha provocado una crisis que deja a EE UU en una posición vulnerable no solo ante la llegada de especies invasoras, también en el comercio y en la seguridad alimentaria y el posible encarecimiento de los alimentos.

Pero también alerta Wired de que es a la vez un holpe a la inspección y la bioseguridad. Esto se debe a que las unidades de Protección y Cuarentena Vegetal han sido de las más afectadas, con la pérdida de cientos de inspectores, lo que ha reducido los controles sobre las importaciones agrícolas. Y, según han explicado los expertos, esta falta de personal ha convertido las inspecciones en un proceso caótico y desorganizado, especialmente en puertos clave como Los Ángeles y Miami, que han visto reducciones del 35% en su personal de cuarentena y hasta un 60% en su equipo de detección de contrabando.

Se habla de descontrol y falta de eficiencia del Gobierno, así como de que las controvertidas decisiones de Elon Musk pueden tener, además implicaciones económicas y geopolíticas a largo plazo. La purga de miles de empleados ha disparado el desempleo y generada inestabilidad en sectores clave, lo que podría tener efectos recesivos en la economía.

Ejemplos de ello son el debilitamiento que ya sufría tras la crisis de la gripe aviar y los enfrentamientos comerciales con China; la ausencia de inspección en muchos puertos, o el retraso en el procesamiento de mercancías. Los sectores agrícola y comercial del país está ya temiéndose una gran catástrofe económica y muchos expertos vaticinan más consecuencias: el aumento de precios en los supermercados y un desperdicio masivo de alimentos que se echan en el proceso de espera para ser inspeccionados.