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El ascensor se estropea, la anciana queda atrapada en el séptimo piso por 6 semanas y la respuesta de la administración tiene delito

El ascensor se estropea, la anciana queda atrapada en el séptimo piso por 6 semanas y la respuesta de la administración tiene delito

La mujer tiene dificultades para caminar, padece párkinson y requiere asistencia las 24 horas.

Un ascensor, en una imagen de archivoSAULgranda vía Getty Images

Tener el ascensor averiado es para cualquiera una incomodidad. Tener que subir y bajar las escaleras (especialmente si se vive en un piso elevado) puede hacer pensarse dos veces si salir de casa o no.

Sin embargo, hay personas para las que el hecho de que el ascensor se estropee directamente supone hacer de su casa una prisión. Es lo que le ha sucedido a una anciana que va a tener que permanecer en su hogar durante seis semanas hasta que su ascensor vuelva a funcionar.

Tal y como recoge el medio de comunicación alemán Merkur.de, la mujer, que tiene 83 años y se llama Ursula Kober-Becker, vive en un séptimo piso en el municipio alemán de Gröbenzell y no puede valerse por sí misma.

En concreto, la anciana tiene dificultades para caminar, padece párkinson y requiere asistencia las 24 horas debido a su nivel de cuidados. "Estoy atrapada aquí", ha lamentado Ursula Kober-Becker.

El ascensor (que entra directamente al apartamento de la mujer) se estropeó a principios de mes, concretamente el 2 de junio. Y los técnicos del ascensor pronostican que el problema no se solucionará hasta el 11 de julio. Por lo tanto, Ursula Kober-Becker no pisará la calle en un periodo de seis semanas.

Polémica con la administración

La avería ha desatado una importante polémica entre la anciana y la administración. El motivo es que el ascensor no ha dejado de funcionar porque esté defectuoso, sino porque su vida útil termina después de 20 o 30 años, un periodo que ya ha transcurrido.

Llegado ese momento, se debe reemplazar por completo el ascensor, lo que requiere una planificación que dé lugar a soluciones provisionales. Ahí es donde Ursula Kober-Becker y su marido Georg Becker (de 82 años) están en desacuerdo con la propiedad.

La pareja habría preferido que se hubiera optado por un ascensor de repuesto o alguna otra solución provisional. Sin embargo, la administración de la propiedad les ha dado una respuesta que tiene delito. A través de un correo electrónico, la propiedad les ha dicho que "cada uno tuvo la oportunidad de tomar sus propias medidas para sobrevivir mejor el período de construcción".

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