El país transalpino castigará con hasta dos años de prisión a quienes viajen al extranjero a realizar esta práctica, gracias a una norma impulsada por Meloni.
La tutela del menor ha recaído en una familia de acogida para evitar su ingreso en un centro de menores. Se investiga como un caso de vientres de alquiler.
Cuando la mujer diera a luz, la bebé sería entregada a una pareja -la de su prima- que no podía tener hijos, a cambio de dinero. Documentos falsos y el aviso de los sanitarios de "embarazo mal controlado" hicieron saltar la alarma.
El país, antes de la invasión, era uno de los pocos países europeos donde la gestación subrogada es legal, con multitud de clínicas. El 'New York Times' desvela cómo están.