Valiente y poderosa: desvelada la actuación de Melody en Eurovisión 2025
La representante española derrocha voz y carisma en una actuación con raíces andaluzas y mucho baile. El sábado, competirá en la gran final para llevarse el micrófono de cristal.

Un imponente vestido negro de cola, un sombrero cordobés y un ambiente teatral que encumbra a Melody como la diva que es. Así se puede resumir la actuación de Esa diva que la representante española y RTVE han preparado para la gran final del festival de Eurovisión, que se celebrará el próximo 17 de mayo en Basilea (Suiza).
Unos días antes de la esperada cita, durante la primera semifinal del concurso, la andaluza ha mostrado toda la artillería en un show de exhibición sin riesgos, puesto que España está clasificada automáticamente para la final como miembro del Big5 junto a Francia, Italia, Alemania y Reino Unido.
La puesta en escena, completamente diferente a la que le brindó el triunfo en el Benidorm Fest, arranca con la silueta de Melody a contraluz. Poco a poco, los focos van deslumbrando a la diva y muestran su espectacular vestido negro de volantes que reinterpreta la tradicional bata de cola andaluza, una conexión directa con las raíces de la cantante. De silueta estructurada, sus volúmenes evocan las espinas de un rosal, en alusión a la propia letra de la canción. El look, del ilicitano Gustavo Adolfo Tarí, se completa en esta primera parte del tema con un sombrero cordobés de ala ancha que, en un momento dado, Melody deja caer al suelo.
El show, bastante trabajado, intenta sorprender al espectador en cada segundo de actuación. Por ejemplo, de la 'kilométrica' bata de cola salen los cinco bailarines que acompañan a la cantante durante parte del número. De igual modo, Melody improvisa una alfombra roja bajo los flashes de luz derrochando carisma y complicidad. Algo que la sevillana, demostrando su amplía experiencia sobre el escenario, satisface con creces durante toda la actuación.
Como si se tratara de un teatro, Melody sabe ejercer su papel de diva y en el primer estribillo asoma detrás del telón con un atrevido body plateado, elaborado de forma artesanal con flecos y más de 15.000 cristales de diferentes tamaños. Comienza así la parte más dinámica de la actuación, donde la representante española también muestra sus habilidades para el baile.
El punto álgido de la coreografía llega con el dancebreak, truco recuerrente tras el chanelazo de 2022. Melody, sin embargo, aprovecha parte de él para subirse a una plataforma con textura de mármol blanco, dejando a sus bailarines a merced de un juego de iluminación y realización algo descontrolado.
Es después cuando Melody realiza con sorprendente sencillez el largo agudo de su tema, mientras la lluvia de fuego elevaba el show. De hecho, la cantante no duda en cerrar su actuación con una arriesgada acrobacia final con la que da una vuelta completa ayudándose de uno de los bailarines. Un final impactante que recibió la ovación del público presente en el estadio St. Jakobshalle de Basilea.
Tras la semifinal de este martes, Melody ya no volverá a subirse al escenario de Eurovisión hasta el viernes. Ese día se celebrarán los primeros ensayos de la gran final, en la que 26 países competirán por el micrófono de cristal. España, que no gana desde 1969 con Salomé y su Vivo Cantando, ocupa actualmente el puesto 16 en las casas de apuestas. Suecia, Austria, Francia e Israel son los países favoritos para el triunfo.