Cada cual busca para su jardín un propósito. Puede ser aprovecharlo para que los más pequeños de la casa jueguen, poner una piscina o plantar un huerto. También los hay que prueban a hacer sus pinitos en el mundo de la jardinería o, simplemente, quieren plantar algún que otro vegetal que aporte algo de color y haga algo más acogedor el lugar. 

Una apuesta prácticamente segura es la alhelí. Su nombre científico es Erysimum cheiri y, según el portal web francés Ouest France, es un tipo de planta que crece en lugares poco comunes para una flor, como el hueco entre muros, los suelos más pobres o en las rocallas. 

Otro de los rasgos de la planta que destacan desde el sitio francés es que "son sus flores lo que lo hacen inolvidable". Es precisamente, siguiendo con la información del ya citado portal, en mayo cuando la planta se cubre de racimos con flores de colores que define como "brillantes". Van desde el amarillo al rojo pasando por los morados o el naranja. 

Más allá de su apariencia, describen en Ouest France aspectos como que se trata de una planta perenne. También hablan de que suele formar una mata "densa" de hojas alargadas que se adaptan con facilidad a la sequía. 

Ello está íntimamente ligado con lo fácil que puede resultar su cuidado. El principal motivo radica en la capacidad de esta planta, según el sitio francés, para adaptarse a "las condiciones más difíciles". 

Cuando ya están plantadas, aguanta las temperaturas más altas y apenas precisa agua. "Es por tanto un aliado de elección en regiones sujetas a la sequía estival, o para jardineros que buscan sencillez", concluyen.

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