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"La historia del 'Ecce homo' de Caravaggio no ha terminado. Se ha convertido en una rockstar"

"La historia del 'Ecce homo' de Caravaggio no ha terminado. Se ha convertido en una rockstar"

Entrevista con Álvaro Longoria, director del documental 'The Sleeper', que desgrana la historia entre bambalinas del mediático cuadro. 

El 'Ecce Homo' tras su restauración.Museo del Prado

El 7 de abril de 2021 saltaba la noticia que convulsionaría el mundo del arte durante varios años: en la casa de subastas Ansorena, en Madrid, se había paralizado la venta de un cuadro que podría ser un Caravaggio. La pintura, atribuida en un principio al círculo de Ribera, llevaba varias décadas en el salón de una casa del barrio de Salamanca e iba a venderse por 1.500 euros. 

Semanas más tarde se supo que se trataba de la familia Pérez de Castro Méndez, descendiente de un redactor de la Constitución de Cádiz en 1812 y académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, que no se imaginaba la aventura en la que estaban a punto de embarcarse por ese cuadro que veían cada día al sentarse en la mesa del comedor. Una aventura de la que también entró a formar parte del director y productor Álvaro Longoria, que ha rodado todo el proceso en The Sleeper, un documental con tintes de thriller que desde esta semana puede verse en cines.

“Yo me enteré de lo que estaba pasando en una comida”, explica Longoria en una conversación con El HuffPost. Antes de que se hiciera público, decenas de expertos en el pintor italiano y marchantes peregrinaron hasta Madrid para ver la pintura en directo, por lo que la situación era un secreto a voces en el sector y especialmente en Italia.

“En la comida empezamos a hablar y me contaron ‘te has enterado de la movida que está pasando en Ansorena’. Ahí fue cuando llamé a Jorge Coll y le dije ‘¿que está pasando?’. Y me dijo 'sí, sí, no solo está pasando, sino que creo que nosotros vamos a ser parte de la movida'. Y le dije ‘pues si lo eres yo quiero seguirlo, me gustaría rodar todo el proceso”, cuenta el director sobre cómo se empezó a gestar el documental.

Jorge Coll, uno de los protagonistas de la obra, es amigo desde hace años de Longoria y el responsable de la galería Colnaghi, a la que contrató la familia para gestionar la restauración y posterior venta del cuadro.

“Somos amigos desde hace muchos años, hemos colaborado muchas veces y hay muchísima confianza, y eso fue lo que permitió pasar al otro lado del espejo. Todo el mundo quería en ese momento hablar con él, a Jorge le llamaban todos los medios, todos los documentalistas, pero solo se fiaba de mí. Era todo muy delicado”, reconoce Longoria.

El director no exagera cuando habla de la delicadeza de la situación ya que, cuando se conoció la existencia del cuadro en abril de 2021 y su posible venta en el mercado por una suma de dinero millonaria, las instituciones intervinieron para declararlo primero inexportable y, posteriormente, Bien de Interés Cultural (BIC).

  Proceso de restauración del cuadroElástica Films

Estas medidas dotaron de una protección especial al cuadro por su posible valor artístico y al mismo tiempo sentaron como un jarro de agua fría para los marchantes que pretendían cerrar una compra millonaria. El Ecce Homo es lo que en el mundo del arte se conoce como un sleeper, un cuadro desconocido que pasaba desapercibido y que cuando llega al mercado del arte causa una auténtica revolución.

Fue lo que sucedió con esta pintura, que tras años de restauraciones y análisis, se expuso el pasado mayo en el Museo del Prado atribuyendo su autoría a Caravaggio y por expreso deseo de los propietarios originales y del comprador de la pintura, del que se desconoce su identidad y por cuánto dinero compró la pintura. En el documental se hablan de cifras que habrían podido alcanzar los 300 millones de euros si no hubiera sido declarado BIC.

Tres años de rodaje y decenas de testimonios 

Para trazar todas las piezas del puzle, en The Sleeper Longoria cuenta con numerosos testimonios. Desde los historiadores del arte que viajaron a Madrid para ver el cuadro hasta los marchantes que intentaron encargarse de la compra y no lo consiguieron. 

"En un primer momento era difícil porque todo el mundo era muy reticente a contar todo lo que había pasado pero una vez que ya veían que yo venía con el equipo del cuadro las reticencias bajaron y fue más fácil y accesible. Y una vez la gente empieza a hablar... ya lo cuentan casi todo", revela Longoria. 

El cineasta y su equipo estuvieron tres años grabando todo el proceso entre bambalinas, desde la primera incertidumbre hasta el momento en el que la familia que llevaba años conviviendo con la obra en casa la vio colgada en el Prado. 

"Nosotros no sabíamos dónde íbamos, era una aventura y el cuadro podía no haberse vendido, podía haber sido falso... había mucha incertidumbre"

"Lo más difícil de todo fue no saber si iba a acabar y en qué iba a acabar. Nosotros no sabíamos dónde íbamos, era una aventura y el cuadro podía no haberse vendido, podía haber sido falso... había mucha incertidumbre", cuenta Longoria, que asegura que durante meses era imposible pestañear para no perderse ningún momento clave.

Un 'thriller' para todos los públicos

La historia del Ecce Homo de Caravaggio ocupó durante meses portadas de periódicos y todo tipo de especulaciones por la excepcionalidad de la historia. El pintor italiano dejó una obra relativamente limitada después de su muerte y que saliera a la luz una de sus pinturas, especialmente esta que se creía perdida, era una posibilidad entre un millón. 

  El cuadro, expuesto en el Museo del Prado el pasado mayoEuropa Press via Getty Images

Por este motivo, Longoria quería rodar un documental divertido y que pudiera interesar a un público general. "Para mí era fundamental que no fuese un coñazo, que no fuese aburrido, que no fuera una historia profunda sobre una reflexión de un cuadro. Yo lo que quería es que el espectador se divirtiese y lo que hice fue contar la aventura de alguna manera como la estaba viviendo yo", asegura el director. 

"No quería dar ninguna información más que la esctrictamente necesaria. De hecho, este documental no tiene muchísima información ni profundiza muchísimo en nada, te da la información necesaria para seguir la historia del thriller", cuenta Longoria. 

Esa idea no solo se ha plasmado en el fondo, sino también en la forma, utilizando los claroscuros típicos del pintor para aportar más intriga al relato. "Está diseñado para que le guste a gente a la que no le interesa el arte, esa es la clave. Le interesa El secreto de Thomas Crown, le interesa la combinación de un thriller y una aventura que ocurre en el mundo del arte llena de giros y de sorpresas con personajes casi de película de James Bond, pero encima son de verdad", destaca el director del documenta. 

"Está diseñado para que le guste a gente a la que no le interesa el arte, esa es la clave. Le interesa la combinación de un 'thriller' y una aventura que ocurre en el mundo del arte llena de giros y de sorpresas con personajes casi de película de James Bond, pero encima son de verdad"

"El objetivo es que sea muy divertida para alguien que no sabe nada de arte y que no le interesa absolutamente nada. Creo que al público del arte le gustará porque da claves que no conocían, pero está diseñado para el público general", insiste Longoria. 

Después de tres años de trabajo desde dentro, el director reconoce que lo que más le ha fascinado el mundo es que "se mueve por el capitalismo más frenético, por la especulación más absoluta, por la moda, por el marketing, pero basado en unos principios de la Edad Media". "Del honor, de que los que atribuyen que el cuadro es verdadero cobran 3.000 euros cuando el cuadro puede valer nada o 300 millones... es como una cosa muy rara, que un mercado en el que se mueve tanto dinero se base en conceptos antiguos como el honor o la reputación", asegura. 

"El mercado del arte se mueve por el capitalismo más frenético, por la especulación más absoluta, por la moda, por el marketing, pero basado en unos principios de la Edad Media"

Como en la mayoría de thrillers, en el último tramo de la película se resuelve el misterio y, en el caso de The Sleeper, la historia termina con el cuadro colgado en el Prado de manera temporal con la intención de seguir exponiéndose al público en todo el mundo. Pero, ¿está la historia del Caravaggio cerrada o tendrá nuevas entregas? "La compradora o comprador es anónimo y eso es fantástico, porque ¿qué más se puede pedir para una película de James Bond? No sé sabe por qué lo ha comprado, quién es ni qué va a hacer con el cuadro", recuerda Longoria.

De hecho, el cineasta tiene claro que se seguirá hablando de él: "La historia del cuadro no ha terminado. Además este cuadro se ha convertido en una rockstar. Va a seguir viajando y cada vez que vaya a algún sitio será noticia". 

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Uxía Prieto es redactora de Life en El HuffPost, en Madrid. Escribe sobre cultura, moda o estilo de vida. Es graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela y posteriormente estudió el Máster en Periodismo Cultural de la Universidad CEU San Pablo. Puedes contactar con ella escribiendo a: [email protected] 

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