Aviso urgente de los veterinarios a los que dejan beber a su perro esta agua, foco de enfermedades
Los bebederos para perros situados en la calle o en locales, con la mejor voluntad de los dueños de éstos, pueden ser un foco de bacterias.

Aunque algunos dueños de mascotas lo evitan, lo cierto es que mucha gente deja beber a su perra agua en los bebederos que instalan algunos establecimientos para ofrecer agua a los animales, normalmente, cerca de la puerta de entrada o dentro del local, si permite que entres con mascotas. Pero resulta que el agua de estos cuencos, por muy buena voluntad que la proporcionen las tiendas o bares, puede ser una fuente de enfermedades para tu perro.
Los veterinarios suelen advertir de ello. Un ejemplo es la Lori Teller, profesora clínica en la Facultad de Medicina Veterinaria y Ciencias Biomédicas del centro Texas A&M, Loli Teller, según la publicación especializada Animal´s Health.
La principal preocupación de estos expertos es que el agua de estos recientes no deja de ser agua estancada, que puede acumular materia vegetal, parásitos, toxinas, moho y otros contaminantes. Así, Teller advierte de que "si el recipiente no se limpia regularmente, o si el agua se deja reposar durante mucho tiempo, puede ser un caldo de cultivo para bacterias y parásitos".
Esta especialista enumera los principales riesgos de contraer enfermedades a través del agua contaminada, como la "tos de las perreras", el papiloma canino, la salmonella, la giardia, el E.coli o la leptospirosis. Para evitar estos peligros, esta experta recomienda a los dueños de perros llevar un bebedero portátil propio o, en su defecto, pedir un vaso de agua en un establecimiento y ofrecérselo al animal.
Los especialistas insisten, asimismo, en lo importante que es mantener a tu perro hidratado, por lo tanto, en situaciones de urgencia, como cuando tu perro ha corrido mucho y le ves deshidratado, es prioritario que beba agua, incluso si ésta proviene de un bebedero público. Pero tienes que ser consciente de que puedes estar asumiendo un cierto riesgo.
Lo mejor es, concluyen, que cada perro beba agua fresca que se le dé, en la medida de los posible en su propio recipiente. Otra cosa es la situación de los perros que conviven en una misma casa, ya que resulta innevitable que compartan bebedero, aunque le pongas uno a cada uno. Pero en esos casos, basta con que los mantengas muy limpios y cambies todos los días el agua para que, por tanto, estén libres de bacterias.