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Una cumbre caliente donde La Haya: la OTAN, a debatir el 5% en Defensa dinamitada por la presión de Trump (y Rutte)

Una cumbre caliente donde La Haya: la OTAN, a debatir el 5% en Defensa dinamitada por la presión de Trump (y Rutte) 

La reunión de la alianza atlántica llega en pleno enfrentamiento entre bloques internos por la aportación presupuestaria. y tras la filtración de Trump de las promesas hechas por el secretario general de la OTAN. España, foco de una controversia a la que se suman varios socios.

Mark Rutte gesticula en una conferencia previa a la cumbre de la OTANJakub Porzycki VÍA GETTY IMAGES

Si en el fútbol no hay rival pequeño pero sí rivales colosales, con las cumbres de la OTAN ocurre algo similar. No hay reunión de los socios de la alianza que resulte cómoda, pero hay otras de los más incómodas. Y la de estos días en La Haya (Países Bajos) ocupa lugar especial en el ranking de cumbres tensas. Ucrania, Israel, Irán, Gaza, el retorno de Donald Trump... todo eso y algo aún más conflictivo en el seno de la alianza: el debate por la financiación de hasta el 5% del PIB nacional de los miembros para fines de Defensa.

Siguiendo con el símil futbolístico, todo pasa especialmente por la 'presión alta' a la que están sometiendo a sus socios tanto Trump como el secretario general de la OTAN. Pero aún más grave se ha tornado el asunto por la filtración del presidente estadounidense de los mensajes privados que le ha enviado Mark Rutte. Además de felicitarle por su labor de mediación con Irán, el 'jefazo' de la OTAN le regala los oídos al magnate, prometiendole que "Europa va a pagar a lo grande, como deben, y será tu victoria". 

Musica celestial para el ego de un mandatario al que le ha faltado tiempo para publicarlo en su Truth Social, mientras al propio Rutte no le quedaba más remedio que admitir los mensajes y que "no hay problema", ya que considera que utilizó "un tono apropiado" en su conversación.

En fin, dinamita para un debate que ya venía 'calentito'. España fue el primer estado en rechazar públicamente el compromiso de un 5% del PIB en cuestiones militares y este fin de semana Pedro Sánchez celebraba haber limitado el gasto a un 2'1%. Horas después, era Rutte el que contradecía al jefe del Ejecutivo, elevando la inversión española a un 3'5% con una fórmula variable que acabaría llegando al 5% con los años. Jaleo de puertas para dentro ... y de puertas para fuera.

Porque Sánchez no está sólo en la cumbre de la OTAN en La Haya. Dos países habitualmente poco amigos de España en negociaciones multilaterales como Bélgica y Eslovaquia, han reconocido seguir la vía española y defender su "derecho soberano" a limitar su aportación presupuestaria y, especialmente, elegir la vía de cómo hacerlo. Ambos gobiernos exigen "flexibilidad" a la cúpula de la alianza de cara a lo que se prevé (y será) una negociación extrema este miércoles en tierras de Mark Rutte.

Con España en el foco, el mandamás de la OTAN ha vuelto a dejar claro a horas de la cumbre que no caben "excepciones" ni "cláusulas de exclusión". "Sabemos que tenemos una revisión a medio plazo. Pero también, mientras tanto, tenemos varias etapas en las que podemos evaluar en qué punto están España y otros", ha añadido en una entrevista con la cadena sueca SVT.

Ya de noche, antes de la cena de gala para los participantes e invitados a los 'fastos' de la OTAN, el antiguo primer ministro holandés ha dejado otro recado a nuestro país. "Sospecha" que en la reunión del miércoles habrá más presión sobre España para aceptar el citado 5% y que tras el debate "España también va a respaldar la declaración final" que se firme una vez concluya la reunión central de la cumbre.

Enfrente de España (y de Bélgica y de Eslovaquia) no sólo está Mark Rutte. Donald Trump, en sus habituales confesiones a la prensa en el avión presidencial advertía de que nuestro país es, hoy por hoy, "un problema" en el objetivo del gasto militar de la OTAN y la postura del Gobierno de Sánchez le resulta "muy injusta para el resto".

No tan radical en las formas pero con un trasfondo similar, la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, ha expresado su rechazo a que la propuesta del 5% incluya "excepciones para algunos países" y apuesta porque Europa actúe con "solidaridad" de bloque también este asunto. 

Frederiksen va más allá incluso que líderes como Trump y ha pedido adelantar el horizonte previsto para llegar al citado 5%, pasando de 2035 a 2030, ya que ve el plazo inicial "demasiado tarde". 

El sentir es idéntico en buena parte del norte y este de Europa. Entre los reacios está un socio recién admitido en el 'club', Suecia, cuyo primer ministro tampoco ve "espacio para crear excepciones", en línea con lo transmitido por el Gobierno de Polonia, que muestra su temor ante lo que denomina sería un "mal ejemplo".

Se suma incluso la UE en boca de la hoy alta representante comunitaria y antigua primera ministra de Estonia, Kaja Kallas. Presente en La Haya como Von der Leyen o Costa, la estonia no ha dudado en señalar que "necesitamos tener a todos a bordo cuando son decisiones de la OTAN" y más en "tiempos peligrosos y turbulentos". 

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Miguel Fernández Molina (Sabiote, Jaén, 1987) es periodista licenciado por la UCM. Trabajó ocho años en el medio digital 'Mundotoro' antes de llegar a 'El HuffPost', donde ejerce de responsable de cierre y escribe sobre deporte, internacional y política, entre otros campos. Puedes contactar con él en [email protected]

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