Este lunes, en la base aérea noruega de Ørland, estaban de celebración. Tenían dos motivos para ello: que recibían los 52 cazas multifunción Lockheed Martin F-35A provenientes de Estados Unidos y, sobre todo, que les llegaba también el nuevo misil de ataque JSM (Joint Strike Missile), con el que el blindaje de sus Fuerzas Armadas aumenta notablemente. 

No es una cuestión de que aquello fuera la fiesta del armamento, no, sino de que el país nórdico respira un poco con estas novedades, en un intento de defenderse del expansionismo ruso -del que la invasión de Ucrania es el mejor ejemplo- y de sus amenazas de todo tipo, también híbridas. 

Según informa el Forsvarsmateriel, la versión noruega del Departamento de Logística de las Fuerzas de Defensa, es especialmente llamativa la recepción del súper misil. El JSM es un misil fabricado por Kongsberg, una empresa multinacional noruega que suministra sistemas de alta tecnología a clientes de las industrias de la marina mercante, la defensa, la aeroespacial, el petróleo y el gas en alta mar, las industrias de energías renovables y servicios públicos.

Viene a fortalecer significativamente las capacidades operativas de las fuerzas armadas del país. Según el comunicado oficial del Forsvarsmateriel, "el arma le da a Noruega la capacidad de encontrar y derrotar objetivos bien defendidos a distancias significativas con alta precisión y bajo riesgo de detección". 

"El enemigo ya no tiene nada que hacer", resume el diario Tivi. 

"Anteriormente, esta capacidad sólo estaba disponible para las grandes potencias. Ahora que contamos con el F-35 y el JSM, el enemigo debe tener en cuenta que Noruega es capaz de atacar objetivos como buques de guerra, radares y puestos de mando desde largas distancias sin la ayuda de nuestros aliados", declara el general de brigada Jarle Nergård, director de capacidades de guerra aérea de la Dirección de Logística, en la misma nota. "Donde están los F-35 y el JSM, ya no tiene sentido que los barcos vayan allí", añade Nergård. 

El fabricante Kongsberg informa que el misil JSM tiene un alcance de más de 350 kilómetros. El misil vuela a altas velocidades subsónicas (por debajo de Mach 1,0), pesa 416 kilos y tiene 4,0 metros de largo.

El JSM encaja en los compartimentos de armas internos del F-35, lo que significa que el F-35 puede equiparse con el misil sin comprometer sus capacidades de sigilo. El compartimento de armas único del F-35 puede acomodar un misil de combate aéreo JSM y un misil de combate aéreo AIM-120 Amraam, lo que significa que se pueden transportar internamente un total de dos de ambos.

El misil vuela a una altitud muy baja y es capaz de realizar fuertes movimientos durante la fase de adquisición del objetivo. Está equipado, entre otras cosas, con sistemas de navegación GPS e inercial, un buscador de imágenes por infrarrojos y es capaz de reconocer automáticamente objetivos.

El JSM también ha sido comprado por Estados Unidos, Australia y Japón, lo que demuestra la validez del invento noruego.