Las autoridades portuguesas y alemanas han reanudado este martes las búsquedas en el municipio de Lagos, en el Algarve, en el marco de la investigación sobre la desaparición de Madeleine McCann, la niña británica que desapareció en 2007 cuando tenía apenas tres años.

Una fuente de la Policía Judicial (PJ) portuguesa ha confirmado a la agencia EFE que las diligencias "ya están teniendo lugar" y que comenzaron "temprano", aunque no ha ofrecido más detalles. Esta nueva operación, que se desarrollará hasta el viernes 6 de junio, fue solicitada por las autoridades alemanas mediante una Decisión Europea de Investigación (DEI) y autorizada por la Fiscalía del distrito de Faro.

Las búsquedas incluyen "un amplio conjunto de diligencias", según ha señalado la PJ en un comunicado. El objetivo es localizar posibles pruebas en terrenos privados y en un pozo cercano a una vivienda situada en la urbanización Atalaya, entre la ciudad de Lagos y Praia da Luz. 

En concreto, se llevarán a cabo "registros únicamente por tierra", según ha declarado una fuente al Daily Mail, para "buscar cualquier rastro del cuerpo de Madeleine". Estos se realizarán en un total de 21 terrenos de propiedad privada situados en las afueras de Praia da Luz, en el Algarve portugués. Se trata de un área próxima a una vivienda alquilada donde residió Christian Brückner, el principal sospechoso del caso, durante varios años antes de 2007.

"La búsqueda se realizará en 21 terrenos privados, algunos de los cuales están abiertos y no están vallados. Se registrarán pozos, ruinas y tanques de almacenamiento de agua", detallan las fuentes consultadas por el Daily Mail. De hecho, ya el lunes por la tarde, la Policía portuguesa comenzó a cerrar caminos rurales en la zona y a instalar tiendas de campaña cerca de la antigua vivienda de Brückner, como parte de los preparativos de esta operación, según el mismo medio.

El principal sospechoso cumple condena por violación

La Fiscalía de Braunschweig, en Alemania, dirige las investigaciones preliminares contra Brückner, quien fue declarado en 2020 como principal sospechoso del secuestro y asesinato de Madeleine, aunque aún no ha sido acusado formalmente. Según la investigación, su teléfono móvil estaba en la zona el día de la desaparición, y un testigo afirma que Brückner le confesó el crimen.

Actualmente, el sospechoso cumple una condena de siete años por la violación de una mujer estadounidense en 2005, también en el Algarve. No obstante, podría quedar en libertad en septiembre tras ser absuelto de otros cargos en 2024.

Las pruebas que se obtengan durante esta operación serán entregadas al Servicio Federal de Policía Criminal alemán. Mientras tanto, el caso sigue generando una gran expectación mediática. Medios internacionales y turistas se han congregado en las inmediaciones del lugar donde trabaja la policía, en busca de pistas que puedan resolver un misterio que conmociona al mundo desde hace 18 años.

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