Nuevo golpe para la industria armamentística de Rusia. El Kremlin lamenta la quiebra de una de sus grandes fábricas de armamento bélico. Optron-Stavropol, ubicada en la ciudad de Stavropol, en el sur del país, era responsable de la producción de microeléctricos y equipos militares para aviones.

Según publica el diario británico Daily Express, el centro de producción ha cesado sus operaciones debido a las pérdidas por un total de 149 millones de rublos (1,6 millones de euros), por "el cumplimiento de los pedidos estatales y las crecientes deudas".

De acuerdo a la información difundida, las pérdidas se pueden deber a la falta de voluntad del gobierno ruso para pagar la tarifa actual por la tecnología militar, a veces ofreciendo menos de lo que realmente cuesta construir el artículo. De hecho, el CEO de la empresa, Pavel Bondarenko, reveló que, "a pesar de que la fabricación de un diodo costaba 3.600 rublos, el Ministerio de Defensa ruso solo pagaría 2.600 rublos".

Esto desembocó en grandes pérdidas para la compañía armamentística. "Llevó a la suspensión de la producción en marzo, sus cuentas se congelaron en junio, cuando los atrasos comenzaron a acumularse debido a los salarios, impuestos y facturas de servicios públicos".

El medio confirma que la situación "es grave". "La asediada planta ha estado en un estado de crisis desde 2016, y en 2021, hizo sonar la alarma, advirtiendo de un posible cierre", concluye la publicación.