Polémica en Francia: el periódico Libération ha publicado una investigación que revela que la ministra de Cultura, la conservadora Rachida Dati, ha omitido una partida de 420.000 euros en joyas en sus declaraciones de intereses y bienes ante la Alta Autoridad para la Transparencia y la Vida Pública (HATVP).

La declaración presentada por Dati en junio de 2024 y a la que ha tenido acceso el diario refleja un patrimonio superior a los 5,6 millones de euros. Sin embargo, esta cifra no contempla lo que Libération describe como un "pequeño tesoro": una colección de relojes, anillos, collares y otras joyas de grandes marcas, cada una con un valor superior a los 10.000 euros. Otra vez el lujo persiguiendo a una política. 

La información indica que entre los elementos no declarados por la que fuera también titular de Justicia en tiempos de Nicolas Sarkozy destacan "un reloj Chopard de 32.000 euros", "una pulsera Cartier de casi 20.000 euros" y "un anillo Buccellati de 11.600 euros". La investigación menciona también regalos que el exdirector general de Électricité de France (EDF), Henri Proglio, habría entregado a la ministra. 

Según las normas de la HATVP, los declarantes deben incluir "todos los bienes muebles cuyo valor individual supere los 10.000 euros". Todos son todos, joyas también. El diario afirma que, teniendo en cuenta las piezas de un valor inferior a ese mínimo y que por tanto no está obligada a declarar, el joyero de Dati "superaría con creces los 500.000 euros".

Su "vida privada"

Los abogados de la ministra han asegurado que "cumple plenamente con sus obligaciones declarativas" ante la citada entidad. En la reacción solicitada por el rotativo subrayan que "la divulgación de información sobre la posesión, comprobada o no, de joyas" pertenece al ámbito "de la vida privada" de Dati. El periódico recuerda que en el pasado, otros exmiembros del Gobierno han sido señalados por la HATVP por omisiones similares, lo que llevó incluso a su dimisión.

Rachida Dati, de 59 años, que quería pelear por Los Republicanos la alcaldía de París hasta que fue llamada al gabinete galo de quien fuera primer ministro, Gabriel Attal, se encuentra además bajo investigación judicial por parte de la fiscalía nacional financiera (PNF) desde noviembre pasado. La ministra está bajo sospecha de corrupción y tráfico de influencias, en relación con una partida de 900.000 euros en honorarios recibidos como abogada del exjefe de Renault-Nissan, Carlos Ghosn, entre los años 2010 y 2012, cuando ejercía también como diputada europea, recuerda la edición francesa del HuffPost.