Esta es la ciudad vilipendiada por sus patriotas por ser la "más rusa" de Europa
El 95% de la población sólo habla ruso, y muchos de ellos se autodefinen como "fanáticos" de Rusia.

La ciudad estonia de Narva, fronteriza con Rusia, es considerada la ciudad "más rusa" de la Unión Europea. Hasta el 95% de la población local sólo habla ruso y muchos de ellos son "fanáticos" del país. En uno de sus reportajes, Orijus Gasanov, periodista del diario lituano Delfi, comparte su experiencia en el lugar.
En su publicación en el medio, afirma que al llegar a la estación, vio como los niños, "sólo hablaban ruso y de ninguna otra manera". Además, las personas de 50 años, que "han vivido toda su vida" en la ciudad, "no saben ni una palabra de estonio". "Ciertamente, puedes pensar que has cruzado accidentalmente la frontera hacia un país gobernado por Vladímir Putin".
Uno de los ciudadanos a los que el periodista pudo entrevistar confesó que es polaco, pero "no me gusta Polonia". "Quiero ir a Rusia, eso es lo mejor, quiero irme lo más pronto posible". Este hombre, Andrew, ya ha vivido antes en el país que anhela y "no puede imaginar una vida mejor en ningún otro lugar". Desde que llegó a la frontera, "se instaló en un coche" en Estonia a la espera de poder cruzarla.
En su artículo, el periodista confiesa que le llamó la atención "las calles completamente vacías". Un viandante lanzó la siguiente cuestión, "¿Y por qué la gente debería caminar aquí? Todo el mundo trabaja o se sienta en casa, Narva es una ciudad tranquila".
Otro muestra su preocupación sobre las relaciones actuales entre Estonia y Rusia. Según él, esto es perjudicial para toda la ciudad de Narva. "En el pasado, había muchos extranjeros aquí, la gente usaba activamente el cruce fronterizo desde ambos lados. Los cafés y bares solían estar llenos, se podía ver más gente en las tiendas, y ahora está en un punto muerto total, todos te dirán lo mismo que las fronteras cerradas empeoran mucho la vida de la ciudad", opina.
De acuerdo a la información difundida, en el pasado era posible viajar de Estonia a Rusia y viceversa "en un coche, autobús, bicicleta o a pie". De hecho, "los controles estaban abiertos 24 horas". En la actualidad, con la situación entre la UE y Rusia, los pasos fronterizos de Narva no permiten vehículos en absoluto. Aquellos que quieran viajar a Rusia o regresar de allí a Estonia solo pueden hacerlo a pie. "Sólo durante el día".
"Fue un poco chocante ver una cola enorme en dirección a Rusia. Es tan grande, como un gran concierto", resalta Gasanov. "La fila de los que se han reunido para viajar a Rusia recuerda un poco a los grandes mercados, porque la gente está de pie con maletas, carretillas, cajas de plástico y cartón, como si fueran proveedores de algunos productos o compradores al por mayor".
Además, destaca las formas en la que los residentes de esta ciudad ganan dinero. Muchos "hacen cola en la frontera rusa durante horas y luego, cuando llegan al final, venden su lugar a alguien que no quiere esperar", explica. "Un negocio ilegal delante de las narices de los guardias fronterizos", sentencia. Este servicio cuesta entre 50 y 70 euros por persona.
Una lugareña critica que "periodistas de toda Europa vienen a nosotros y luego nos muestran tonterías. Nos dicen que se vive mal, que la situación en la ciudad es complicada. Aquí no hay nada complicado, se vive muy bien". "Escribe así, no mientas que somos malos", concluye en la publicación.
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