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El Parlamento iraní aprueba el cierre del Estrecho de Ormuz

El Parlamento iraní aprueba el cierre del Estrecho de Ormuz

Por él se transporta el 20% del petróleo mundial. La decisión final queda en manos del ayatolá Alí Jamenei.

Imagen de archivo de integrantes de la Armada iraní en unas maniobras en el estrecho de Ormuz.Morteza Nikoubazl/NurPhoto via Getty Images

Irán cierra el Estrecho de Ormuz. La Asamblea Consultiva Islámica del país, ha recomendado este sábado el cierre de uno de los principales pasos comerciales y económicos del mundo. Todo ello en represalia al ataque de Estados Unidos contra las instalaciones nucleares del país, aunque la decisión final quedará en manos del líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei.

En comentarios recogidos por la radiotelevisión pública iraní, el general Esmaeil Kousari, integrante de la Comisión de Seguridad Nacional del Parlamento, ha confirmado que la cámara "ha alcanzado la conclusión de que hay que cerrar el estrecho, pero la decisión recae en el Consejo Supremo de Seguridad Nacional".

Irán es un importante productor de petróleo, con un bombeo de 3,3 millones de barriles diarios de crudo y exportaciones cercanas a los 1,7 millones, por lo que, si hay una escalada, no es difícil prever una interrupción del suministro de petróleo iraní. El cierre del Estrecho supone el bloqueo del 20% de la producción mundial de petróleo y gas natural licuado. 

Concretamente, el paso se encuentra entre Omán e Irán y es la principal ruta de exportación para Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Irak y Kuwait. Dada la importancia, su cierre se considera un arma clave para el devenir del conflicto.

Expertos como el responsable de estrategia de materias primas de ING Research, Warren Patterson, avisaron a mediados de mes que un escenario de escalada eleva la posibilidad de interrupciones en el transporte marítimo. Si finalmente el cierre se lleva a cabo, los flujos de petróleo del Golfo Pérsico se vería afectado.

"Una interrupción significativa de estos flujos sería suficiente para impulsar los precios a 120 dólares por barril", apunta el analista, anticipando que si las interrupciones persisten hacia finales de año, "podríamos ver al Brent cotizando a nuevos máximos históricos, superando el récord de cerca de 150 dólares por barril de 2008".

De acuerdo a la información difundida por el diario El País, los analistas temen que el alza del precio del petróleo incida, a su vez, en la inflación y en la política de tipos de los bancos centrales. "Esto podría encaminarnos hacia un petróleo de 100 dólares si Irán responde como ha amenazado previamente", ha declarado a Reuters Saul Kavonic, analista senior de energía de la firma de investigación de renta variable MST Marquee en Sídney.

Una amenaza intermitente

Durante años, las autoridades persas han amenazado en varias ocasiones tanto a Israel como a Estados Unidos con bloquear el tránsito marítimo y sobre todo a este último, en respuesta a las sanciones impuestas por Washington por su programa nuclear.

Aunque esas amenazas no se han llevado nunca a cabo, el enclave ha sido escenario de numerosos incidentes en los últimos años, incluidos ataques y confiscaciones de petroleros y cargueros, en medio de las tensiones entre Irán y Estados Unidos por las sanciones impuestas por este último a la venta de petróleo iraní.

Todo comienza en 2018, cuando EEUU decidió retirarse del acuerdo nuclear firmado entre Irán y las potencias mundiales en 2015 al considerar que Teherán mintió sobre su programa atómico. Washington acusaba a Teherán de enriquecerse uranio por encima de los límites permitidos. Una situación que se asemeja a la actualidad.

En abril de 2019, la situación se agravó después de que EEUU endureciera las sanciones a la exportación de petróleo por parte de Irán y como consecuencia, las autoridades iraníes amenazaron con bloquear el estrecho. Pero no lo hiceron.

Por último, en 2021, y debido a que en los últimos años la zona fue escenario de ataques a petroleros, de los que en muchos casos se acusó a Irán, este país inauguró una estratégica terminal de exportación de petróleo en el mar de Omán, lo que evitó por primera vez a los cargueros tener que cruzar el estrecho de Ormuz. El crudo llegaría a la instalación, situada en la ciudad costera de Jask, en la provincia sureña de Hormozgan, a través de un oleoducto que tiene su origen en el campo petrolífero de Goreh, en la región de Bushehr.

Este megaproyecto contó con una tubería que se extiende por 1.000 kilómetros y tiene una capacidad de transferencia de 300.000 barriles de petróleo por día de Goreh a Jask en esta primera fase y, en el futuro, podría alcanzar el millón.

EEUU pide a China que interceda

El secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, ha pedido al Gobierno chino que hable con Irán para impedir que la república islámica cierre el estrecho de Ormuz por el enorme impacto que podría representar para la economía.

"Animo al Gobierno chino en Pekín a que se ponga en contacto con Irán al respecto, ya que dependen en gran medida del estrecho de Ormuz para su petróleo", ha declarado el secretario Rubio a Fox News.

China es uno de los grandes compradores de crudo iraní, que obtiene a muy bajo precio. Irán es un importante productor de petróleo, con un bombeo de 3,3 millones de barriles diarios de crudo y exportaciones cercanas a los 1,7 millones, por lo que, si hay una escalada, no es difícil prever una interrupción del suministro de petróleo iraní.

Rubio ha avisado de que el cierre del estrecho representaría, por encima de todo, una catástrofe para Irán. "Sería otro terrible error si así lo deciden, un suicidio económico para ellos", ha indicado el secretario de estado y asesor en funciones de Seguridad Nacional, quien ha aprovechado para restar importancia al peligro que representaría para la economía estadounidense. "Tenemos opciones para afrontarlo", ha concluido.

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