Otro susto para el bolsillo de Elon Musk: la UE prepara una multa a 'X' de mil millones
Con la red social en el punto de mira y los aranceles en el retrovisor , Bruselas planea aplicar por primera vez la nueva normativa comunitaria contra la desinformación.

Bruselas ha puesto la diana en Elon Musk. Según The New York Times, la Unión Europea está preparando una multa millonaria contra 'X', la red social del magnate sudafricano y mano derecha de Donald Trump, por violar la nueva legislación comunitaria en contra de la difusión de noticias falsas y contenidos ilícitos en los entornos digitales. El expediente, aún en curso, marcará un antes y un después porque se tratará de la primera sanción que se impone al amparo de la Ley de Servicios Digitales, aprobada para obligar a las grandes plataformas tecnológicas a vigilar lo que ocurre dentro de sus servicios.
La multa podría superar los mil millones, una cuantía que consideran las autoridades de la UE como medida ejemplarizante para disuadir a otras empresas del sector, como Meta o ByteDance, responsables de Facebook, Instagram o TikTok, respectivamente. Bruselas no solo baraja una sanción económica, también exige cambios en el funcionamiento de la red. Las autoridades investigan desde 2023 a la compañía, que el propio Musk adquirió en 2022, y ya emitieron un fallo preliminar en el que concluyeron que 'X' ha infringido la ley.
La investigación no ha estado exenta de tensión política. Especialmente porque los reguladores europeos decidieron ralentizar el proceso tras la victoria electoral de Donald Trump, estrecho aliado de Musk, para evitar un choque diplomático en plena tormenta transatlántica por los aranceles, su impacto sobre el comercio global y las negociaciones con Rusia sobre un alto el fuego en la guerra en Ucrania. Sin embargo, estas semanas han decidido retomar el asunto y seguir adelante con la sanción, de forma independiente a las negociaciones comerciales, según aseguran fuentes comunitarias.
Bruselas acusa a 'X' de poner trabas a la verificación de datos, dificultando el trabajo de los investigadores que analizan la propagación de bulos y otros contenidos dañinos. Además, critica la falta de transparencia en la publicidad y en el sistema de verificación de cuentas de pago, que ha permitido que perfiles falsos campen a sus anchas.
La red social ha contestado a los reguladores con cientos de alegaciones, pero hasta el momento no ha cedido. “Tomaremos todas las medidas necesarias para defender nuestro negocio y proteger la libertad de expresión en Europa”, ha publicado X tras conocer el contenido del artículo de The New York Times. En el mismo mensaje, califican la posible sanción como “un acto de censura política sin precedentes”.
Por ahora, Bruselas y la empresa siguen en contacto. Si X accede a introducir los cambios que le exige la Comisión Europea, ambas partes podrían llegar a un acuerdo antes del verano. De lo contrario, el pulso legal escalará y Musk ha prometido dar la batalla “de forma muy pública en los tribunales”, como ya advirtió en julio tras conocerse los primeros hallazgos.
Además de esta causa, X encara una segunda investigación todavía más amplia. En ella, la Comisión recopila pruebas de que el enfoque permisivo de Musk con los contenidos generados por los usuarios ha convertido la red social en un caldo de cultivo para el discurso de odio, la desinformación y otros mensajes que erosionan la democracia en los 27 países del bloque.
Aunque la multa definitiva todavía no está cerrada, el reglamento permite sancionar con hasta el 6% de los ingresos globales de la empresa. En el caso de X, una compañía privada y no cotizada, los reguladores contemplan calcular la multa incluyendo también los ingresos de otras empresas controladas por Musk, como SpaceX, lo que eleva aún más el posible castigo económico.
La presión no solo afecta a X. Meta y Apple también están en el punto de mira por presuntas infracciones del Reglamento de Mercados Digitales, otra norma comunitaria clave. La empresa de Mark Zuckerberg, además, está siendo investigada por no proteger adecuadamente a los menores en sus plataformas. La ofensiva reguladora de Bruselas no es nueva. En los últimos años, ha perseguido a gigantes como Google, Amazon o Apple por prácticas anticompetitivas, debilidades en la privacidad o falta de control sobre lo que publican los usuarios. La Ley de Servicios Digitales ha endurecido aún más esa estrategia, con Musk como primer gran objetivo.