Una mujer no puede pagar un huevo de chocolate para una niña en Mercadona y lo que pasa luego se ve masivamente
Le "removió por dentro".

Una escena que se ha vivido en la caja de un supermercado de Mercadona está impactando a cientos de personas, muchas de las cuales se han animado a contar también algunas experiencias similares que han vivido.
El que ha narrado lo ocurrido es el usuario de Threads soyjaimebarreales, que ha subrayado que comparte lo que ha pasado porque le "removió por dentro" y aún sigue "con esa sensación en el pecho".
"Hoy en Mercadona, vi a dos chicas con una niña pequeña. Estaban pagando y una de ellas, con la cuenta muy justa, tuvo que dejar el huevo de chocolate que quería la niña. Lo apartaron. Y me quedé helado. La cajera era mi vecina y dudé… no sabía si hacerlo o si les molestaría. Pero algo en mí dijo: hazlo", explica.
Dice que cuando ya estaban recogiendo la compra él le dijo a la cajera: "Cóbrame a mí el huevo".
"Las chicas se giraron sorprendidas. Me dieron las gracias, y les dije que no hacía falta. Que yo también he estado ahí. Que también he visto a mi madre hacer cuentas, renunciar a algo por no poder permitírselo. Y me vi reflejado, como si esa niña fuese yo hace años", admite.
"No sé ni lo que costó el huevo. Pero la sonrisa de esa niña… eso no se paga. Al salir, me volvieron a dar las gracias. Y otra vez les dije que no hacía falta", repite antes e admitir que se fue con "orgullo por haberlo hecho" pero también "tristeza porque algo tan simple como un huevo de chocolate sigue siendo un lujo para muchas familias".
En las reacciones destaca la de una persona que cuenta lo que le sucedió a ella a las puertas de un Eroski: "Un chico joven me fue a pedir algo, yo di por hecho que dinero y apenas lo miré, pero él dijo que si le podía comprar unas empanadillas. Se las compré y al dárselas al salir sus palabras aún me siguen removiendo, me dijo: 'Mi amor(era argentino), ¿son para mí? ¡Gracias! Si ni me miraste al entrar!'. Esto con una voz de emoción que aún me sigue retumbando, me disculpé y me fui pero me ha quedado ahí el runrún".