El cartel que un vecino ha dejado a otro que taladra a deshora es de museo: ojo al giro argumental final
"Queridísimo maestro del taladro...".

El cartel que un vecino de Gijón ha dedicado a otro que hacía ruido con el taladro a unas horas demasiado tardías es oro puro porque está redactado de forma desenfadada pero contiene un giro final imposible de ver venir.
"Queridísimo maestro del taladro: primero que nada, enhorabuena por tu incansable dedicación a la perforación. Pocos vecinos consiguen tal nivel de entrega, y aún menos a horas tan... selectas", empieza diciendo el letrero, que ha subido a la red social Threads la usuaria lstratag.
"¡Qué alegría saber que vives justo al lado! Tanto, que casi siento que el taladro estaba en mi propia cabeza. Pero oye, por si acaso no te enteraste del cambio de hora (porque igual fuiste la única persona en España que no lo hizo) te informo: las 22.15 de la noche no es la franja horaria Premium para perforar paredes, suelos o la paciencia ajena", prosigue el vecino en la nota.
Es justo entonces cuando el escrito se va por unos derroteros imprevistos: "Si en el futuro dudas de si es un buen momento para taladrar, haz una sencilla prueba: métetelo por el culo. Si te molesta, imagina cómo nos sentimos los demás".
Esa persona se despide con un "abrazo insonorizado" e identificándose como "uno de tus múltiples vecinos cabreados".