La NASA pone en órbita una misión clave para que el ser humano vuelva a la Luna
El lanzamiento del módulo Athena a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX marca un hito del programa Artemis y la búsqueda de agua en el Polo Sur del satélite.

Intuitive Machines, una compañía aeroespacial propiedad de Steve Altemus, ingeniero aeroespacial y exsubdirector del Centro Espacial Johnson de la NASA, ha lanzado desde Florida su segunda misión hacia la Luna y que será clave para el desarrollo del programa Artemis, la misión con la que se pretende volver a llevar astronautas al satélite terrestre y establecer allí la presencia humana de forma permanente.
El despegue de la misión IM-2, en la que viaja el módulo Athena cargado de instrumentos para la detección de volátiles y un reflector láser, además de tecnología experimental de empresas privadas, se ha realizado a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX desde el Centro Espacial Kennedy, en Florida. El objetivo de la NASA es el de aterrizar el próximo 6 de marzo en Mons Mouton, una meseta que se encuentra en el polo sur de la Luna. Si lo consigue, será la segunda vez que Intuitive Machines logra un alunizaje tras el éxito de su misión Odysseus en 2024.
La NASA ha subrayado que esta misión es fundamental para el programa Artemis y el programa Servicios Comerciales de Carga Lunar (CLPS), con el que buscan allanar el camino de futuras misiones humanas a la Luna y, eventualmente, a Marte.
Uno de los hitos que debe conseguir la misión IM-2 es la demostración de la extracción y uso de recursos 'in situ'. Para ello, en la Luna se desplegará un taladro y un espectrómetro de masas que analicen la posible presencia de gases y volátiles, como el agua, en el suelo lunar. También instalará un reflector láser pasivo que servirá como punto de referencia a futuras misiones.
Pero no solo eso. El módulo Athena también lleva a bordo un sistema de comunicaciones de superficie y un dron propulsado capaz de desplazarse por el terreno lunar mediante pequeños saltos, tecnologías que podrían revolucionar la exploración del satélite.
Además, en paralelo, la NASA ha previsto el lanzamiento de una sonda complementaria, que entrará en órbita lunar para mapear la distribución del agua en la superficie de la Luna y analizar sus diferentes formas. Este dato es crucial, ya que el agua no solo es vital para la supervivencia humana, sino que también podría utilizarse para producir combustible.