La policía finlandesa ha contabilizado que, en tan sólo una semana, los estafadores telefónicos han robado casi 400.000 euros en ese país. Estos delincuentes se acercan a los ciudadanos a través de mensajes de texto, llamadas y correos electrónicos e intentan suplantar las credenciales bancarias en línea. 

Según publica el medio finés Ilta Sanomat, estos estafadores pueden usar nombres de entidades bancarias con el fin de acercarse a sus víctimas. En declaraciones al medio, el inspector jefe, Juh Leinonen, pone un ejemplo concreto. "A un hombre de Kontiolahti le robaron 41.000 euros en una estafa llevada a cabo bajo el nombre de Danske Bank", revela.

En otro caso, una mujer finlandesa perdió 29.000 euros a manos de unos delincuentes que se hicieron pasar por miembros de la policía y pidieron a gritos una multa de aparcamiento falsa. En este sentido, las autoridades revelan que "ha habido muchas estafas que utilizan sanciones de estacionamiento falsas".

De acuerdo a la información difundida, los peores casos han resultado en sumas de dinero de seis cifras. "Una mujer de Kuopio, nacida en los años 50, hizo clic en el enlace del mensaje fraudulento y luego inició sesión en el sitio web con un certificado móvil", se relata en la publicación. "Más tarde recibió una llamada en la que se le informaba que su cuenta había sido atacada y que el dinero debía ser transferido a las cuentas cuyos números había dado por teléfono", continúa. Finalmente, la mujer cayó en una estada de más de 160.000 euros.

Por último, Leinonen advierte de que se han perdido grandes cantidades de dinero en estafas por criptomonedas. "El Inspector Jefe de Detectives señala que nadie debe involucrarse en actividades de inversión que no necesariamente comprenda", concluye la publicación.

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