Seis curiosidades de la catedral de Sevilla que quizás no sabías
A lo largo de los siglos, la catedral ha sido testigo de eventos históricos.

La Catedral de Sevilla, oficialmente conocida como la Catedral de Santa María de la Sede, es uno de los monumentos más emblemáticos y visitados de España. Este majestuoso edificio, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987, no solo destaca por su impresionante arquitectura gótica, sino también por los numerosos secretos y curiosidades que alberga en su interior y alrededores. A lo largo de los siglos, la catedral ha sido testigo de eventos históricos y ha acumulado una serie de anécdotas y detalles que la convierten en un lugar lleno de misterio y encanto.
1. Objetos insólitos en el Patio de los Naranjos
Uno de los aspectos más curiosos de la Catedral de Sevilla es la presencia de objetos insólitos colgados en el techo de una de las naves del Patio de los Naranjos. Entre estos objetos se encuentran un cocodrilo de madera, un bastón, un colmillo de elefante y un bocado de caballo. Estos elementos, que parecen fuera de lugar en un entorno religioso, tienen su propia historia y simbolismo. El cocodrilo, por ejemplo, se cree que fue un regalo del sultán de Egipto al rey Alfonso X alrededor del año 1260.
2. Derecho de asilo
Las cadenas que rodean la Catedral de Sevilla no son meros adornos. Representan los límites de la jurisdicción eclesiástica y servían para que los ciudadanos pudieran acogerse al derecho de asilo frente a la justicia civil del siglo XVI1. Este derecho permitía a las personas buscar refugio en el recinto sagrado para escapar de la justicia ordinaria, aunque no siempre era efectivo si el crimen cometido era muy grave2.
3. La catedral que "respira"
La estructura de la Catedral de Sevilla tiene una peculiaridad fascinante: se dice que "respira". Las bóvedas de la catedral se dilatan y contraen diariamente debido a los cambios de temperatura, lo que permite que la rigidez de la piedra no se agriete1. Este fenómeno contribuye a la seguridad y estabilidad del edificio, haciendo que su estructura sea más resistente a lo largo del tiempo2.
4. Tumbas ilustres
La Catedral de Sevilla alberga las tumbas de figuras históricas importantes. Entre ellas se encuentra la tumba de Cristóbal Colón, cuyo sepulcro fue trasladado a Sevilla después de que España perdiera Cuba y Filipinas en 18981. Además, el templo también guarda los restos del rey Fernando III el Santo y del hijo de Colón, Hernando Colón2. Estas tumbas son un testimonio del legado histórico y cultural que la catedral preserva.
5. Zona comercial en el pasado
En los siglos XV y XVI, las gradas de la Catedral de Sevilla eran una zona de negocio donde los mercantes cerraban pactos y se comercializaba con esclavos1. Este aspecto de la catedral refleja su papel como centro de actividad económica y social en la Sevilla de la época. Las gradas eran un lugar de encuentro para comerciantes y ciudadanos, convirtiéndose en un punto neurálgico de la vida urbana.
6. La Giralda y sus hermanas
La Giralda, la torre campanario de la Catedral de Sevilla, es uno de los símbolos más reconocibles de la ciudad. Con sus 104,1 metros de altura, fue durante siglos la torre más alta de España1. Lo que muchos no saben es que la Giralda tiene una réplica en Kansas, Estados Unidos, debido a la hermandad entre Sevilla y esta ciudad2. Esta réplica es un homenaje a la original y refleja la influencia cultural y arquitectónica de la Giralda más allá de las fronteras españolas.