Se sube al tren para llegar a tiempo a quimioterapia, no paga el billete a tiempo y le toca el peor revisor posible
"No intenté defraudar ni estafar a nadie".

Ludivine, una mujer de 39 años residente en Oise y en tratamiento de quimioterapia por un cáncer poco común, fue multada con 50 euros por la Société nationale des chemins de fer français (SNCF) durante un trayecto en TER entre Compiègne y París, a pesar de haber comprado un billete válido por 8,50 euros a través de la aplicación oficial, informa Le Parisien.
El tren al que debía subirse fue aplazado, así que subió a uno anterior, también retrasado, con el fin de llegar a tiempo al Instituto Curie, donde le esperaba una sesión intensiva de tratamiento. Al no ver a ningún revisor antes de la salida, validó su billete ya sentada en su asiento. Fue entonces cuando el revisor le impuso la multa, alegando que había validado el billete después del horario reglamentario.
"No intenté defraudar ni estafar a nadie", se defiende Ludivine, explicando su frágil estado físico y emocional: "Estoy muy vulnerable, lloré hasta que llegó el tren".
El impacto de la multa es considerable, ya que la cuantía representa cinco días de sus prestaciones diarias de la seguridad social. Por ello, Ludivine ha presentado un recurso, acompañado de documentación médica, subrayando que prefiere el tren a la ambulancia ligera por razones de comodidad y rapidez.
La SNCF, aunque reconoce la delicada situación de la mujer, mantiene su postura. "Nuestros jefes de tren son responsables de aplicar un marco claro e igualitario para todos", afriman desde la entidad, defendiendo el cumplimiento estricto de las normas, incluso en casos sensibles como este.