Regresa a casa del trabajo y recibe una multa de 60 euros por rozar un asiento del tren
Ha ocurrido en Mantes- la-Jolie, Yvelines, Francia.

El pasado 18 de abril de 2025, una mujer de 26 años residente de Magnanville, Élise, fue multada con 60 euros antes de bajarse en su parada por "rozar un asiento". La mujer, que se desplazaba en tren de París a Mantes-la-Jolie, accedió a pagar la multa en un principio, aunque más tarde presentó una queja al considerar que había un doble rasero detrás de la actitud de los inspectores.
"Tenía las piernas cruzadas y una de mis plantas rozaba la parte superior del asiento", explica Élise, quien trabaja como profesora de danza y explica que ese día tenía una clase en París. "No fue intencionado", añade. "No es que pusiera mis dos pies en el asiento deliberadamente. Además, mis zapatos estaban limpios", asegura la pasajera.
A pesar de que en un inicio siguió las instrucciones de los inspectores y accedió a pagar la infracción, afirma que ha exigido un reembolso. "Exijo un reembolso. Presenté una queja ante la SNCF en el sitio web de Transilien y me puse en contacto con un mediador", lamenta la mujer.
"Por el momento, no quieren reembolsarme, porque solo se tiene en cuenta la materialidad de la ofensa", agrega Élise, que critica el doble rasero en la forma en la que se ponen multas a los pasajeros. "El día anterior, una persona estaba fumando un porro en la parte trasera del vagón, lo que molestó a todos. Cuando el inspector pasó, se metió el porro en el bolsillo y no fue multado", destaca.
"Esperaron a que me quedara solo en el vagón para darme la multa. Hay estafadores y estafadores que circulan impunemente sin ser molestados y yo, que lucho para llegar a fin de mes, recibo una multa injustificada. ¡Es una injusticia!", señala finalmente la joven.