Un nuevo caso de okupación ha acaparado titulares en los medios de comunicación. En esta ocasión, llama la atención la forma en la que los vecinos han conseguido terminar con "el problema". Los hechos se produjeron en la localidad asturiana de Cancienes.

Según publica el medio Sport, el okupa llevaba meses viviendo en la propiedad y "causando problemas". "El hombre entraba a la casa por una ventana de la planta baja". Sin embargo, "el problema no radica en la okupación en sí misma, sino en los inconvenientes generados en la convivencia". 

En este caso, "el inquilino ilegal se dice que era violento y que más de una persona ya había puesto en aviso a la policía, aunque estos indicaban que tenían las manos atadas y no podían hacer nada". Fuentes consultadas por el digital aseguran que "incluso llegó a amenazar la vida de una vecina". 

Por todo ello, y de acuerdo a la información difundida, la comunidad decidió aplicar "su propia ley". Para ello, "tapiaron el acceso por el que el hombre accedía a la vivienda". "Lo que no se sabe con certeza es si se encontraba dentro o fuera, aunque sí que se ha podido confirmar que terminó por llamar a la Guardia Civil para pedir un rescate", tal como se asegura en la publicación. 

En declaraciones recogidas por el medio, los vecinos se preguntan "¿Por qué tenemos que ser nosotros quienes lo cerremos? ¿No van a hacer nada hasta que algún día pase una desgracia?". 

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