Misterio en el Himalaya tras encontrar 14 esqueletos a unos 5.000 metros de altura
El hallazgo revela que los restos óseos de origen griego, fechados en el siglo XIX.

La laguna de Roopkund, situada a 5.020 metros de altura en la parte india de la cordillera del Himalaya, esconde un enigma que ha intrigado a la comunidad científica desde hace décadas. Durante el breve periodo en que el hielo se derrite cada año, emergen del fondo del lago entre 600 y 800 esqueletos humanos. Lo más curioso es que, entre todos ellos, hay 14 que pertenecen a individuos con ascendencia griega, específicamente de Creta.
El hallazgo se hizo público en 2019, después de una investigación de cinco años en la que participaron 28 científicos de 16 instituciones de la India, Alemania y Estados Unidos. El análisis de ADN y las pruebas de carbono revelaron que estos restos no pertenecen a un solo episodio trágico, sino que abarca un período de varios siglos. Según Protothema, los esqueletos de origen asiático se remontan a entre los siglos VII y X, mientras que los de ascendencia europea están datados en torno al año 1800.
Son muchas las leyendas que han sobrevivido al paso del tiempo con la laguna glaciar de Roopkund, conocida también como "la laguna de los esqueletos", como el escenario en el que se desarrollan. Una de las más populares cuenta que un antiguo rey de Kannauj y su comitiva murieron allí después de una tormenta de granizo, enviada como castigo por la diosa Nanda Devi. La hipótesis de que la muerte de estos cadáveres se produjo después de recibir varios impactos en la cabeza cobra fuerza después del análisis de los cráneos, donde se detectaron fracturas compatibles con la caída de objetos esferoides.

El descubrimiento de los esqueletos de origen griego a una altitud tan extrema plantea un nuevo enigma. Las primeras hipótesis apuntaban a descendientes que formaban parte del ejército de Alejandro Magno, aunque se descartó después de las pruebas genéticas. Los investigadores creen que los cuerpos pertenecen a migrantes de la Grecia otomana que residieron en la India antes de morir en el Himalaya. Algunos historiadores, incluso, sugieren que pueden haber pertenecido a la comunidad griega de Bengala, establecida en la región a principios del siglo XVIII. Sin embargo, el motivo de su viaje a Roopkund sigue sin respuesta.
Los estudios en la laguna de Roopkund se enfrentan a un problema creciente en la región: el turismo masivo. Porque muchos de los visitantes que acaban en la laguna glaciar, han empezado a llevarse los restos óseos como recuerdo, lo que dificulta el análisis científico y arqueológico. Las autoridades indias buscan estrategias para preservar este enigmático yacimiento y evitar la desaparición de una prueba clave que permita descifrar un misterio histórico que, aún hoy, sigue sin tener una respuesta.