Una inversión nada rentable. Un hombre destinó 280.000 baht (unos 7.380 euros, al cambio actual) a adquirir 40.000 mascarillas de pan de oro fabricadas por encargo con el objetivo de venderlas.

Sin embargo, el protagonista de esta historia no pudo vender los productos debido a que no superaron el control de seguridad de la FDA, por lo que decidió acudir a una joyería para comprobar si las mascarillas eran realmente de oro y poder fundirlas.

La joyería, llamada Namo Banchangtong, ha explicado en su cuenta en la red social TikTok (@namobanchangtongdaengso0) que realizó una serie de pruebas físicas y térmicas que confirmaron que se trataba de oro auténtico.

Tal y como recoge el medio de comunicación tailandés Khaosod, el hombre, de las 40.000 mascarillas, entregó 10.000 para fundir. Ello se tradujo en un total de 14,76 gramos de oro con un 99% de pureza.

Finalmente, la joyería le pagó al hombre 50.346 baht (1.328 euros) por las 10.000 mascarillas de oro entregadas. Teniendo en cuenta que lo que vendió fue una cuarta parte de las 40.000 mascarillas compradas, habría que multiplicar esa cifra por cuatro para ver hasta qué punto la inversión fue recuperada.

El resultado es que si el inversor fundiera sus 40.000 mascarillas de oro (algo que ha dicho que hará en el futuro) recibiría un total de 5.312 euros, una cifra bastante inferior a los 7.180 euros que pagó por los productos.

No obstante, pese a que la venta no le reportó beneficios, el hombre lloró al comprobar que el precio que se le ofrecía por fundir sus mascarillas de oro superaba todas sus expectativas.