El curioso motivo por el que siempre embarcamos por el lado izquierdo del avión
Detrás de esta costumbre aparentemente trivial se esconde una compleja red de razones históricas, logísticas y de diseño.

Cada vez que abordamos un avión, repetimos un ritual que parece inalterable: caminamos por el finger o subimos por la escalerilla móvil, y entramos por la puerta situada en el lado izquierdo del fuselaje. Pocas personas se detienen a pensar en este detalle, que se ha convertido en una norma universal en la aviación comercial. Sin embargo, esta práctica no es fruto del azar ni de una simple convención moderna.
Detrás de esta costumbre aparentemente trivial se esconde una compleja red de razones históricas, logísticas y de diseño que han consolidado esta norma en la industria aeronáutica. Desde influencias navales hasta criterios de seguridad y eficiencia operativa, el lado izquierdo del avión se ha convertido en la puerta oficial al mundo aéreo por motivos que van mucho más allá de la comodidad o la tradición.
Para entender por qué los pasajeros siempre embarcan por el lado izquierdo del avión, es necesario remontarse a los orígenes del transporte marítimo. En los siglos anteriores a la aviación, los barcos eran abordados por babor —el lado izquierdo de la nave mirando hacia la proa—, ya que el timón se encontraba tradicionalmente a estribor, el lado derecho. Esta disposición facilitaba el acceso seguro y sin interferencias con los mecanismos de dirección. Cuando los primeros aviones comerciales comenzaron a operar, muchas de las prácticas navales fueron adoptadas por analogía, incluyendo la orientación del embarque.
Sin embargo, la tradición no es el único factor que explica esta elección. La configuración técnica de los aviones modernos también ha contribuido a consolidar esta práctica. En la mayoría de los modelos comerciales, las puertas de embarque están diseñadas para abrirse hacia el interior del fuselaje y hacia adelante, lo que facilita su uso en el lado izquierdo cuando el avión está estacionado en la terminal. Además, los sistemas de carga de equipaje, reabastecimiento de combustible y mantenimiento suelen concentrarse en el lado derecho, lo que hace más seguro y eficiente mantener separados los flujos de pasajeros y operaciones técnicas.
Otro aspecto clave es la infraestructura aeroportuaria. Los aeropuertos de todo el mundo han sido diseñados con la premisa de que los aviones se acoplan a las puertas de embarque por el lado izquierdo. Esto ha estandarizado el diseño de los fingers telescópicos, las señalizaciones en pista y los procedimientos de tierra. Cambiar esta disposición implicaría una reestructuración costosa y compleja de las terminales aéreas, algo que ninguna aerolínea o autoridad aeroportuaria está dispuesta a asumir sin una razón de peso.
La seguridad también juega un papel fundamental. Separar el embarque de pasajeros de las operaciones de carga y mantenimiento reduce el riesgo de accidentes en tierra. Mientras los viajeros suben al avión por la izquierda, en el lado derecho se manipulan contenedores de equipaje, se conectan mangueras de combustible y se realizan inspecciones técnicas. Esta división de tareas minimiza las interferencias y permite que cada equipo trabaje con mayor eficacia y menor riesgo.
Incluso los procedimientos de evacuación de emergencia han sido diseñados teniendo en cuenta esta disposición. En la mayoría de los aviones, las salidas principales están en el lado izquierdo, lo que permite una evacuación más rápida si el avión está conectado a un finger o si se utilizan rampas inflables. Aunque existen salidas en ambos lados del fuselaje, las del lado izquierdo suelen ser las más accesibles y utilizadas en situaciones normales y de emergencia.