Caos por la plaga del robo de baterías de coches híbridos: "Lo vendo para comprarme un diésel"
"Pagamos un precio demasiado alto. No vale la pena".

El robo de piezas de automóviles se ha convertido en una plaga en la región de Île-de-France, sobre todo en las afueras. Esta situación afecta principalmente a los propietarios de vehículos híbridos, cuyas baterías, ubicadas debajo del asiento trasero, son un objetivo específico de los ladrones.
La zona de Saint-Quentin-en-Yvelines se ha convertido en el epicentro de este fenómeno, donde los robos se registran con una alarmante frecuencia. La semana pasada, tres vehículos de una residencia en Maurepas (Yvelines) fueron desmantelados en una misma noche.
Los tiempos de reparación son largos y los costes elevados, lo que ha dejado a muchos conductores frustrados. "Las autoridades nos presionan para que compremos modelos más ecológicos. Al final, pagamos un precio demasiado alto. No vale la pena", lamenta en declaraciones a Le Parisien un propietario de un coche híbrido.
Una víctima, residente de Maurepas, relata cómo su Toyota C-HR fue desmantelado en la madrugada del lunes. A las 6 de la mañana, al bajar al estacionamiento, descubrió que los ladrones habían roto dos ventanillas laterales, lo que les permitió acceder al interior del vehículo, retirar el asiento trasero y robar la batería.
"Este tipo de batería se vende por mucho dinero en el mercado negro", explica, refiriéndose al alto valor de estas piezas en el mercado ilegal. Lo que desconcierta aún más a la víctima es que los ladrones sabían exactamente lo que buscaban, ya que el modus operandi fue el mismo en otros coches cercanos.
La historia se repitió dos noches después, cuando otro residente de Magny-les-Hameaux sufrió el mismo destino. Su vehículo fue trasladado a una zona boscosa cercana, donde los ladrones pudieron operar sin ser detectados.
La preocupación por el valor de las baterías es legítima, ya que los precios pueden ascender a varios cientos de euros, pero el coste real para las víctimas es mucho mayor, pues los daños causados por el robo incluyen la reparación del cableado eléctrico y el trabajo de restauración.
Desprotección de las autoridades
El robo ha generado también una sensación de abandono en los residentes. En Maurepas, muchos se quejan de la falta de medidas de seguridad en los aparcamientos de sus residencias. "Llevamos ocho meses peleados con nuestro casero, Antin Résidences, porque las puertas del aparcamiento no funcionan", denuncia otra víctima, añadiendo que los ladrones aprovechan estas deficiencias para actuar con total impunidad.
Ante esta situación, los propietarios se ven obligados a buscar soluciones por su cuenta. Los foros especializados y los vídeos de YouTube ofrecen recomendaciones como la instalación de alarmas, doble cerradura, tornillos Torx para las piezas reemplazadas, e incluso cajas de garaje seguras.
Sin embargo, la frustración es palpable. "Hace un año y medio pagué 20.000 € por mi coche de segunda mano. Ahora solo quiero arreglarlo y venderlo para comprar un buen diésel", admite uno de los afectados, resignado a abandonar la idea de los vehículos híbridos por completo.