José Manuel Albares: "Israel ha cruzado un umbral en el que lo que observamos es intolerable, inhumano y cruel"
El HuffPost entrevista al ministro de Asuntos Exteriores un día después de que la UE haya decidido revisar el acuerdo de asociación con Israel. Publicamos un avance de la conversación, que podrá leerse íntegramente el fin de semana.
José Manuel Albares (Madrid, 1972) vive una de sus semanas más intensas desde que aceptó el cargo de ministro de Asuntos Exteriores en julio de 2021. El lunes, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, aseguró que tomarían el control de toda Gaza. La ONU avisó de que 14.000 bebés podrían morir en la Franja por el bloqueo a la entrada de ayuda humanitaria. Este martes, en Bruselas, la Unión Europea anunció la revisión del acuerdo de asociación con Israel, que establece en su artículo 2 que ha de basarse en el respeto a los derechos humanos. Este miércoles, Albares embarca en un avión con destino Washington para reunirse mañana, jueves, con el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio. Y el domingo acogerá en el Palacio de Viana, una de las sedes de Exteriores, el Grupo de Contacto euro-árabe-islámico para impulsar el reconocimiento internacional del Estado de Palestina. José Manuel Albares recibe a El HuffPost la mañana del miércoles, pocas horas antes de llamar a consultas al principal responsable de la embajada israelí en España por el ataque del Ejército de Israel a una delegación diplomática en Yenín.
- La Unión Europea anunció anoche que revisaría el acuerdo de asociación con Israel. Parece que todo se ha precipitado mucho en los últimos días. ¿Por qué?
Porque dentro del horror y de la violación flagrante de los más elementales principios del derecho internacional y el derecho internacional humanitario que llevamos viendo desde el inicio de la guerra de Israel en Gaza, hemos cruzado un umbral en el que lo que observamos es ya intolerable, inaceptable, inhumano, cruel. Y, por lo tanto, conmueve a países que hasta ahora mantenían posiciones más tibias. No es el caso de España. Nosotros llevamos mucho tiempo solicitando esa revisión. Yo ayer dejé muy claro que por supuesto España apoyaba la revisión, pero que debemos ir más allá. El tiempo de las palabras quedó atrás, el tiempo de las peticiones, de las declaraciones. Es el momento de las acciones, y eso supone suspender ese acuerdo de asociación. Porque la relación entre la Unión Europea e Israel solo puede basarse, lo dice el artículo 2, en los derechos humanos. También es el momento de que la Unión Europea utilice toda la gama de medidas diplomáticas que tenga, sin excluir ninguna, para dos cosas: primero; parar inmediatamente esta ofensiva, que no tiene ningún objetivo militar, salvo que queramos convertir Gaza en un inmenso cementerio. El desplazamiento forzado de población es una violación del derecho internacional humanitario, condenada en múltiples ocasiones por la Asamblea general de Naciones Unidas y por el Tribunal Internacional de Justicia. Y, en segundo lugar, la UE tiene que actuar para romper este bloqueo. Ayer mismo nos llegaba la noticia de que Naciones Unidas advertía que en los próximos días morirán 14.000 bebés si no tienen acceso a alimentos de urgencia, alimentos que están apiñados en la frontera de la Franja. Hay que romper ese bloqueo. Hay que hacerlo porque tenemos que defender el derecho internacional, tenemos que defender el mundo que queremos, y ese es un mundo en el que la guerra no resuelve conflictos entre pueblos o entre Estados, [un mundo] en que es intolerable utilizar castigos colectivos. Pero también porque la UE es la madre de esos conceptos del derecho internacional, de los derechos humanos, de las Naciones Unidas también, y del multilateralismo. Y en estos momentos, millones de personas en el mundo miran a Europa, que es el último faro, el último bastión de humanidad, de dignidad, de defensa de esos valores. Por todo eso, España lleva muchos meses, y no vamos a parar, a la vanguardia de ese movimiento que ayer se concretó en un primer paso, que es la decisión de revisar ese acuerdo. Pero lo dije ayer muy claro a la Alta Representante. Revisar, por supuesto, es el primer paso, pero todos sabemos cuál va a ser resultado de esa revisión. ¿Lo importante? Las acciones.
- Ha hablado de esa advertencia de la ONU, según la cual en las próximas horas podrían morir 14.000 bebés, pero la ayuda humanitaria lleva bloqueada tres meses y desde el 7 de octubre de 2023 han sido asesinados más de 18.000 niños y niñas. ¿Hasta ahora no se veía que había una violación sistemática de los derechos humanos en Gaza?
La Unión Europea va tarde, sin ninguna duda. No es el caso de España. Hemos denunciado desde el primer momento y hemos tomado todo tipo de medidas: sanciones a los colones israelíes violentos; impedir el comercio de armas con destino final a Israel; hemos acudido al Tribunal Internacional de Justicia; hemos votado todas las resoluciones de la Asamblea General de la ONU; hemos aumentado exponencialmente nuestra ayuda a la UNRWA y a la Autoridad Nacional Palestina, también la ayuda de emergencia. Ayer me reunía con el comisario general de la UNRWA, Philipe Lazzarini, que reconocía ese papel de España. Pero la Unión Europea va demasiado lenta. Eso es grave. Todos deberíamos estar a la altura histórica de este momento. Pero, insisto, la Unión Europea tiene un papel esencial. Porque eso es lo que somos como sociedad los europeos. En estos momentos, en los que el multilateralismo, las Naciones Unidas y los derechos humanos están siendo abiertamente cuestionados, donde vemos que hay muchos países que eliminan la ayuda humanitaria y la ayuda al desarrollo, el mundo y por supuesto los europeos esperan de la UE y de los Gobiernos de la UE que seamos ese faro una vez más en la historia que mantiene bien altas, enarboladas, esas banderas. ¿Qué más tiene que ocurrir en Gaza para que actuemos todos conjuntamente? No solo individualmente países como España, Irlanda, Eslovenia, Noruega... Todo eso es digno de encomio, pero ¿qué más tiene que ocurrir en un momento en el que, sinceramente, yo ya no encuentro las palabras para calificar lo que está ocurriendo? Cuando hablo públicamente, como en esta entrevista, intento encontrar una palabra. Yo, que leo los informes, recibo los datos, intercambio con las autoridades palestinas o con mis amigos árabes, no soy capaz de encontrar una palabra que traslade toda la crueldad, todo el horror que estamos viviendo en Gaza.
¿Esa palabra podría ser genocidio, sabiendo todo lo que incluye la palabra genocidio?
Desde luego hay dos cosas. Una, España está personada en la causa sudafricana precisamente por eso, en base a la Convención para la Prevención y la Sanción del Genocidio, y eso es muy importante, porque la Convención es para la sanción y para la prevención. Hay que parar esta guerra. 60.000 muertos son más que suficientes. ¿A cuántos hay que llegar para que todos, colectivamente, digamos ‘ni un día más’? ¿Cuál es el objetivo de esta nueva ofensiva israelí?

- El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dijo este lunes que su objetivo era tomar el control de la totalidad de Gaza.
Gaza es la tierra de los palestinos gazatíes. Gaza es parte del Estado palestino, realista y viable. Por cierto, todos sabemos cuál es la solución. ¿Cuál es la solución de justicia para los palestinos, pero también para la paz y la estabilidad en Oriente Medio? ¿Cuál es la solución para la seguridad del pueblo israelí, que por supuesto tiene derecho a la seguridad y a la paz? El Gobierno de España condenó el mismo 7 de octubre, con total rotundidad, el horrible atentado terrorista de Hamás. Pero el mismo derecho a la paz y a la seguridad que tiene el pueblo de Israel lo tiene el pueblo palestino. Y esa solución es la solución de los dos Estados. Por eso el próximo domingo van a venir [al Palacio de Viana, una de las sedes del Ministerio de Exteriores] ministros de Asuntos Exteriores del mundo árabe-islámico, de Oriente Medio, de la Unión Europea, de europeos fuera de la UE, países de otros continentes... Para unir fuerzas, para dar un impulso definitivo a esa Conferencia de junio [sobre los dos Estados, en la ONU]. Esa es la solución. Lo saben los propios israelíes, lo han negociado en muchas ocasiones en la historia con los palestinos. Ha llegado la hora de poner en pie un Estado realista y viable palestino, que tiene que incluir a Gaza y a Cisjordania, que debe tener continuidad territorial y estar conectada por un territorio, que debe tener una salida al mar con un puerto en Gaza y que debe tener su capital en Jerusalén Este. Y que ese Estado palestino conviva en total normalidad con el Estado de Israel en buena vecindad, y se garantice recíprocamente seguridad, prosperidad, tranquilidad. Esa es la clave para la seguridad de Israel, para la justicia para el pueblo palestino, para la estabilidad de todos los pueblos de Oriente Medio.
- ¿Por qué parece más sencillo emitir sanciones, incluso renovadas, como esta semana, contra Rusia que contra Israel?
No me lo explico. Ayer se lo decía a mis colegas europeos. No me lo explico. Los niños ucranianos merecen toda nuestra protección. España se la está dando desde el mismo día en el que los tanques rusos iniciaron su guerra de agresión y cruzaron la frontera con el estado soberano de Ucrania, que nunca tuvieron que cruzar. Pero los niños palestinos merecen nuestra atención, exactamente la misma atención que los niños ucranianos. Nosotros, España, somos coherentes en la política exterior, una política exterior con identidad propia. Decimos lo que decimos en Ucrania y decimos lo que decimos en Gaza por los mismos principios. No hablamos de dos derechos internacionales. Es el mismo. No hablamos de los principios de dos derechos internacionales humanitarios. Son los mismos. Condenamos las mismas cosas: el desplazamiento forzoso de población, el bombardeo de hospitales, el bombardeo sobre personal humanitario y personal sanitario, el bloqueo de la ayuda humanitaria, el tener a población civil como objetivo militar... Exactamente lo mismo. Y pedimos las mismas cosas: paz, respeto al derecho internacional, parar las violaciones de los derechos humanos, el derecho internacional humanitario. Por lo tanto, no entiendo por qué si los europeos debemos de pedir lo mismo, las acciones no siguen. También creo que ayer ha habido un cambio importante en la Unión Europea y en muchos países del mundo. Ayer a lo que España decía muy a menudo en solitario, con Irlanda y con algún otro país, se sumaron 17 países. La primera carta que envió el presidente del Gobierno hace ya casi un año, solicitando precisamente esto, era de España e Irlanda. La que yo envié antes de esta reunión ya era de cuatro, con Luxemburgo y Eslovenia. Este es el camino. Tarde, pero mejor tarde que nunca.
- Dice lo de pasar de las palabras a los hechos. Este martes, Reino Unido anunció que paralizaba las negociaciones comerciales con Israel, aunque mantienen el acuerdo vigente. En España, aunque se paralizó algún contrato de armamento o munición, sigue existiendo una relación comercial con Israel.
En estos momentos no hay ningún tipo de venta de armamento, y desde el 7 de octubre no se concede ninguna licencia de exportación que tenga destino final a Israel. Cada vez que tenemos constancia de un buque que quiere hacer escala en España con cargamento de armamento con destino final a Israel, se deniega sistemáticamente. Y eso es conocido y es público. Fuimos uno de los primeros países del mundo que impuso unilateralmente sanciones a los colonos violentos en Cisjordania. Lo llevamos a la mesa de la Unión Europea y ahí sí, después de algunas semanas, conseguimos la unanimidad y también hay sanciones por parte de la Unión Europea a los colonos violentos. Nos hemos personado en esa demanda sudafricana apoyando esa solicitud en el Tribunal Internacional de Justicia, precisamente en base a la Convención para la Sanción y la Prevención del Delito de Genocidio. Estamos hablando con nuestros amigos palestinos para llevar una resolución a la Asamblea General de Naciones Unidas y que todos los Estados del mundo tengan que posicionarse sobre la situación de bloqueo y sobre el cumplimiento de las sentencias, que ya hay del Tribunal Internacional de Justicia. Una de ellas dice que hay que parar la ofensiva militar...

- Las medidas cautelares...
Y quiero recordar que las decisiones del Tribunal Internacional de Justicia son vinculantes para todos los miembros de las Naciones Unidas. También para Israel o para todos los países de la Unión Europea, porque el Tribunal Internacional de Justicia es un órgano fundacional que viene con la Carta de San Francisco, a diferencia de la Corte Penal Internacional, donde uno puede decir: ‘Solo son los miembros del Estatuto de Roma, yo no lo soy...’ España ha entregado cinco millones de euros a la Corte Penal Internacional para que se investigue los crímenes que se están cometiendo en Gaza. Y así podríamos seguir con muchas medidas. Desde luego, y sopeso mis palabras, ningún país en el mundo ha hecho y sigue haciendo tanto como España y como el Gobierno de España por Palestina, por el pueblo palestino y por defender a los gazatíes en Gaza.
- ¿No tendría sentido un embargo? Este martes en el Congreso apoyaron la toma en consideración de una Ley para un futuro embargo. En el nuevo texto, si finalmente se aprobara, se especifica que también habría que impedir la transferencia de cualquier material de defensa, también antidisturbios o policial. El presidente del Gobierno defendió en el Congreso alguno de estos contratos.
Yo, como ministro de Asuntos Exteriores, apoyo totalmente la posición que tomó ayer el Grupo Socialista. Estamos más allá de la más elemental humanidad. No podemos quedarnos cruzados de brazos. No sé cuál es la fórmula correcta. Si lo supiera, le aseguro que la aplicaría. Pero lo que sí sé es que hay que barajar todo tipo de hipótesis. El domingo lo vamos a hacer aquí. Vamos a ser muchos países del planeta que nos vamos a dar cita en este mismo edificio para precisamente reflexionar juntos sobre ello. Y, desde luego, lo que estamos haciendo desde el Gobierno de España es utilizar todo lo que en cada momento tenemos en nuestra mano para romper el bloqueo, para que entre la ayuda humanitaria sin ningún impedimento de forma neutral... Israel no puede ser quien decida quién llega o cuándo llega la comida; para parar esta guerra, para poner en pie un Estado palestino realista y viable... Por eso utilizamos los argumentos jurídicos que tenemos ante el Tribunal Internacional de Justicia, ante la Corte Penal Internacional, utilizamos nuestra política multilateral en Naciones Unidas, utilizamos nuestra fuerza y nuestra voz en la Unión Europea... Tomamos medidas unilaterales con el Gobierno. Yo, desde luego, no descarto absolutamente nada hasta que consigamos parar esta guerra.