Una nueva autopista del agua conecta a 44.000 habitantes con el agua potable
El trazado entre El Arenoso y Montoro asegura el suministro en el Alto Guadalquivir y esquiva zonas protegidas.

La comarca del Alto Guadalquivir va a dejar de mirar al cielo con preocupación cada vez que escasea la lluvia. Más de 44.000 personas tendrán una vía alternativa para acceder al agua potable gracias a un nuevo proyecto que conectará el embalse de El Arenoso con la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de Montoro. La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir ha licitado el contrato para redactar esta obra estratégica, cuyo objetivo es claro: asegurar el suministro y evitar restricciones en una zona que lleva años dependiendo de un pantano pequeño y vulnerable como el de Martín Gonzalo.
El Ministerio para la Transición Ecológica llevaba tiempo buscando una salida a este cuello de botella hídrico. La solución que finalmente ha tomado forma, según Cordópolis, parte del embalse de El Arenoso, con una conducción de menor longitud y que sortea las Zonas de Especial Conservación, una ventaja clave frente a otras alternativas que se habían puesto sobre la mesa. El nuevo trazado no necesitará rebombeos más allá del flotante de captación y colocará el punto de toma junto al cuerpo de la presa. Más eficiente, más directo y con menos impacto.
Este proyecto, licitado por 103.619,23 euros (IVA incluido), prevé la redacción técnica de la obra y tiene un plazo de ejecución de nueve meses. Las empresas interesadas pueden presentar sus propuestas hasta el 12 de mayo, y la apertura de ofertas económicas se ha fijado para el 25 de junio, según consta en la Plataforma de Contratación del Sector Público.
Una comarca atrapada entre embalses y decisiones
El nuevo sistema de abastecimiento no es fruto de la improvisación. El propio ministerio valoró en su día otras dos rutas posibles. Una pasaba por rehabilitar una antigua captación del Guadalquivir usada en los años 80, pero quedó descartada por la baja calidad del agua y su cercanía a hábitats protegidos. La otra opción consistía en llevar el agua desde el embalse de Yeguas, situado en una cota superior, pero requería más obra, más kilómetros de tubería y una elevación compleja del terreno. El Arenoso se impuso como la mejor alternativa por descarte y por eficiencia.
Hasta ahora, todo el caudal potable de la comarca se apoyaba en Martín Gonzalo, un pantano con fama de pequeño y problemas recurrentes de abastecimiento. En cambio, El Arenoso, aunque se destinaba íntegramente al regadío, tiene capacidad de sobra para abastecer a decenas de miles de personas. Solo faltaba trazar el camino y garantizar que la ETAP de Montoro pueda trabajar con la seguridad de no quedarse sin agua cuando aprieta la sequía.
Esta obra no contará con fondos europeos, pero se integra en la planificación nacional para reforzar infraestructuras hídricas frente al cambio climático. Una decisión que llega a tiempo para una comarca que no puede permitirse otro verano al límite.