El conductor fue a ayudarlas porque se quedaron sin gasolina, pero no las vio en la orilla de la carretera. Ha dado positivo en la prueba de alcoholemia.
El piloto de Honda ha vuelto a demostrar que está hecho de otra pasta, que las caídas apenas le pasan factura física y mucho menos psicológica. En el Gran Premio de Brno (República Checa) ha salido a por todas para marcar un tiempo estratosférico.