Tras un milenio con las puertas selladas, uno de los castillos más emblemáticos de Castilla-La Mancha y de mayor envergadura de toda España reabre por fin sus muros al público, recuperando así su antiguo esplendor y ofreciendo una ventana única al pasado medieval de la región. Esto es lo que ha sucedido con la icónica fortaleza de Alcorcón, ubicada en el pueblo toledano de Escalona.

El pasado fin de semana del 26 y 27 de abril, el Ayuntamiento de Escalona organizó las primeras jornadas de puertas abiertas, permitiendo a vecinos y visitantes recorrer íntegramente tanto la imponente fortaleza como el palacio mudéjar anexo, una oportunidad sin precedentes en sus casi mil años de historia. Desde entonces, el castillo permanece abierto al público mediante visitas concertadas, convirtiéndose en un atractivo turístico de la localidad.

En octubre de 2024, el Consistorio firmó la compra del Castillo-Palacio de Escalona con fondos propios, tras años de negociaciones con los herederos de sus anteriores propietarios privados. Declarado Bien de Interés Cultural, el inmueble fue adquirido por 850.000 euros con el objetivo de consolidar su uso como reclamo turístico. Ahora su visita es gratuita para menores de 9 años y poseedores de la tarjeta “Vive Escalona”, y cuesta entre 2 euros y 3 euros para el resto de públicos.

Del abandono al esplendor

El conjunto combina dos grandes espacios. Por un lado, la fortaleza de origen romano y reforzada por musulmanes, compuesta por murallas, un foso natural y ocho torres albarranas de origen árabe, culminando con la robusta Torre del Homenaje, de planta cuadrada y 22 metros de altura. Por otro lado, el palacio mudéjar que fue levantado en el siglo XV por orden del condestable Álvaro de Luna con el fin de convertirlo en su residencia.

Pese a que esto elevó su estatus palaciego, durante los años siguientes se convirtió en el escenario de diversos conflictos de Castilla, hasta que fue objeto de expolio por parte de las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia. Tras numerosos saqueos y bombardeos, el castillo sufrió un abandono progresivo como propiedad privada, eso sí con varios intentos puntuales de restauración. 

Ahora, con su adquisición por parte del Ayuntamiento de Escalona, la fortaleza de Alcorcón inicia una nueva etapa con sus respectivas labores iniciales de limpieza y consolidación ya ejecutadas. De este modo, el recinto aspira a brillar de nuevo como pieza clave del patrimonio medieval español y a dinamizar el turismo en la comarca, ya famosa por sus construcciones, sus paisajes e incluso sus imponentes cascadas.