La cuenta atrás ha comenzado. A partir del 5 de agosto, una directiva europea impedirá la venta libre de una planta ornamental ampliamente utilizada en jardines particulares y espacios verdes. Apreciada por su valor estético, su facilidad de cultivo y sus propiedades cubresuelos, ahora la especie ha sido incluida en la lista negra de la Comisión Europea por considerarse una amenaza para la biodiversidad.

Según ha publicado el portal especializado Farmitoo, la normativa afectará a una planta concreta, pese a que la web francesa no ha especificado cuál, aunque sí aseguran que se ha catalogado como una especie invasora que en entornos no nativos desplaza a la flora local y alterando ecosistemas enteros. "Se propaga a un ritmo alarmante, supera a la flora local y modifica los ecosistemas", recoge un informe técnico citado por dicho medio.

Desde Francia hasta España, el sector de la jardinería se prepara para un cambio drástico. En Estrasburgo, el jardinero amateur Claude Martin lleva más de una década cultivando esta planta en su parcela. “Es un shock. La uso porque cubre el suelo rápidamente y tiene unas flores preciosas. Me da pena tener que arrancarla”, lamenta, con la mirada fija en su parterre. “No sabía que podía ser perjudicial. Es tan bonita y fácil de cuidar…”, añade.

Los viveros no lo tienen más fácil. En una pequeña pépinière a las afueras de Lyon, Annette Leroi cuenta que la especie representaba una parte importante de sus ventas entre primavera y verano. “Tenemos que reorganizar todo el catálogo antes de que llegue el calor fuerte. Y ofrecer alternativas que gusten a los clientes”, explica.

Del paraíso floral al listado de prohibidas

Aunque el nombre de la planta no se ha hecho público en los medios especializados, la alerta se ha activado. En varias zonas naturales protegidas se han documentado ya pérdidas significativas de biodiversidad directamente vinculadas a la proliferación de especies ornamentales no autóctonas.

“Hay especies que, por muy ornamentales que parezcan, tienen un efecto devastador sobre los ecosistemas locales”, explica un botánico citado por Farmitoo. Las autoridades comunitarias preparan ya planes de erradicación, campañas informativas y talleres de jardinería sostenible para ayudar a los ciudadanos a adaptarse a esta nueva realidad.

En regiones como la Comunidad Valenciana o Andalucía, donde esta planta se comercializa habitualmente por su resistencia al calor y su fácil mantenimiento, algunos viveristas reconocen que la noticia ha empezado a circular “entre la sorpresa y la resignación”.

La UE recomienda sustituirla por alternativas menos problemáticas y más respetuosas con el entorno local. En la lista figuran clásicos como la lavanda, la marguerite o la sauge des prés (salvia de pradera), todas con alto valor ornamental y sin efectos negativos conocidos. “Hay opciones preciosas que no causan daños. Basta con asesorarse un poco y cambiar de hábitos”, subraya el botánico.