Se tomaron dos muestras distintas de fresas. Por un lado, un puñado adquirido en el supermercado. Por otro, estaban los gramos de esta misma fruta que adquirieron a un agricultor. Los enviaron a analizar a PRO Test, en Polonia, y los resultados de estos los ha compartido el portal web húngaro NLC. 

El sitio ha concretado que las fresas de agricultor procedían del huerto de un hombre que vendía su cosecha en su coche particular por Varsovia. Las otras las sacaron de un mercado de la misma ciudad. 

Lo que ha analizado el laboratorio son los residuos de pesticidas en las frutas. Y todas presentaron cierto contenido en este tipo de productos. Asimismo, tal y como apunta NLC, ninguna de las muestras llegó a superar ninguno de los límites que ha marcado la Unión Europea (UE) en esta línea. 

Otro de los datos que han compartido es que los pesticidas que encontraron eran distintos en cada una de las muestras y que no variaban apenas en cantidad.

En cualquier caso, también han destacado que, según PRO Test, no hay ningún pesticida que sea saludable. Asimismo, consideran que es preocupante la cantidad de este tipo de productos que se emplean en las frutas y verduras. 

Y, aunque es cierto que a nivel individual se encuentran dentro de los límites, la combinación de distintas frutas puede suponer el consumo de distintos pesticidas procedentes de otros vegetales.

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