El fin de la tregua arancelaria se acerca y Trump presiona a sus socios para que hagan las mejores ofertas
El presidente de Estados Unidos cumple con su amenaza de subir del 25 al 50% los aranceles que se aplican al acero y aluminio, aunque no se los aplicará a Reino Unido.

Donald Trump no negocia: amenaza. A menos de un mes para que llegue a su fin la tregua arancelaria que concedió en abril para frenar el desplome de los mercados, sacudidos por su anuncio de aranceles masivos en el bautizado como Día de la Liberación, Washington ha vuelto a lanzar un órdago a cada uno de sus socios comerciales con el envío de una carta, a modo de “recordatorio amistoso”, según ha apuntado el representante comercial de Estados Unidos, Jamieson Greer, donde les insta a presentar sus mejores ofertas para en los términos que exige el Gobierno estadounidense, cerrar nuevos acuerdos antes del 9 de julio. Mientras se acerca esa fecha, la Administración republicana ha cumplido con una de sus advertencias: subir del 25% al 50% los aranceles del acero y el aluminio.
La misiva que envía la Oficina del Representante Comercial marca un punto de inflexión en las negociaciones abiertas desde el pasado 9 de abril, cuando Donald Trump decretó una suspensión de 90 días sobre los aranceles masivos tras el descalabro que se desató en los mercados bursátiles y de divisas. Ahora, con el plazo a punto de expirar, el mensaje es claro: o los países implicados (entre ellos la Unión Europea, Japón o India) hacen llegar propuestas concretas en materia de aranceles, cuotas de importación y barreras no arancelarias, o las tarifas se consolidarán como parte estructural de su política comercial.
La Administración Trump exige compromisos específicos en sectores estratégicos como el de la agricultura, la industria y el comercio digital, además de compromisos en materia de protección de sectores estratégicos. Según adelantó Reuters el lunes, la Casa Blanca se compromete en esa carta a revisar todas las ofertas en pocos días y trasladar a cada socio una "propuesta de consenso" que podría incluir una tarifa arancelaria recíproca. A pesar de que el único acuerdo cerrado a día de hoy es el de Reino Unido, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, insiste en que "las negociaciones van bien encaminadas”.
“El presidente ha sido muy claro con sus socios, también con los líderes extranjeros, al insistir en la necesidad de cerrar acuerdos con Estados Unidos en materia arancelaria. Cree firmemente en esta vía y, como ha demostrado, no duda en recurrir a los aranceles para proteger a las industrias y a los trabajadores estadounidenses. Aun así, su objetivo es lograr acuerdos a medida", añadió antes de confirmar que los secretarios del Tesoro y de Comercio, Scott Bessent y Howard Lutnick, mantienen contactos con los implicados.
La subida arancelaria ya es realidad
Mientras la Casa Blanca presiona con cartas para cerrar nuevos pactos, Trump firmó este martes la orden ejecutiva que duplica los aranceles al acero y al aluminio. En el documento, argumenta que los gravámenes aplicados hasta ahora no han bastado para garantizar la capacidad operativa de la industria nacional, aunque sí habrían ayudado a sostener los precios en el mercado interno. La medida no afecta al Reino Unido, que firmó en mayo un acuerdo bilateral con Washington a cambio de flexibilizar sus condiciones en agricultura y tecnología.
“Desde la perspectiva de la Unión Europea, lamentamos profundamente la anunciada subida de los aranceles del acero y aluminio”, declaró el lunes el portavoz comunitario, Olof Gill, quien recordaba que la Unión Europea había suspendido la aplicación de sus contramedidas para facilitar la negociación con Washington, pese a tener lista la respuesta si no hay avances. “Estamos ultimando una lista ampliada de contramedidas. Si no se alcanza una solución equilibrada, entrarán en vigor el 14 de julio o incluso antes si es necesario”, advirtió.
Gill, además, confirmó que el comisario de Comercio europeo, Maros Sefcovic, se reunirá este miércoles en París con el representante comercial de Estados Unidos, Jamieson Greer, en un intento por encauzar las negociaciones técnicas y frenar una escalada que la Unión Europea considera “dañina e injustificada”. También habrá que estar atentos al tono de la reunión entre Donald Trump y el nuevo canciller alemán, Friedrich Merz. Antes de ese encuentro, el ministro alemán de Exteriores, Johann Wadephul, se ha reunido este martes en Washington con su homólogo, Marco Rubio, y ha reconocido que “el tono no ha sido tan hosco en mucho tiempo” al observar “profundos cambios en Estados Unidos con un resultado incierto” y un nuevo estilo de interacción tras la investidura de enero, “lo cual es inquietante y también desconcertante”.
El futuro de la política comercial de Trump también depende de los tribunales. El pasado miércoles, el Tribunal de Comercio Internacional de EEUU declaró que el presidente se había excedido en sus competencias al imponer aranceles amparándose en la Ley de Poderes Económicos en caso de Emergencia Internacional, especialmente en el caso de los gravámenes anunciados el 2 de abril y otras medidas contra China, Canadá y México.
Sin embargo, un día después, un tribunal de apelaciones suspendió temporalmente ese fallo, permitiendo que los aranceles sigan en vigor mientras se resuelve el recurso. La Casa Blanca ha advertido que, incluso confirmándose el bloqueo, el presidente cuenta con “otras bases legales sólidas” para mantener su agenda arancelaria. “Es importante que sigamos discutiendo estos asuntos”, apunta la carta enviada a los socios comerciales.